Hay procedimientos y códigos, casi casi un manual a seguir, para que la vida con alguien a largo plazo funcione.
Por más que queramos sentirnos en control de la situación y de cuanto nos rodee, hay un sinnúmero de cosas que se escapan de nuestro dominio y todavía muchas más que sólo puede manejarlas el destino, o como se le quiera llamar, tanto, que nos aterraría averiguar lo poco que poseemos de voluntad y decisión. A veces sólo es cuestión de "suerte".
Woody Allen hace una magistral representación de este hecho en Match Point, filme que, aunque resulta un tanto trágico, muestra claramente los designios del destino, es decir, cuando la suerte está de tu lado o en tu contra.
No obstante, no siempre es así. En cuanto al funcionamiento de una relación, hay procedimientos y códigos, casi casi un manual a seguir para que la vida conjunta con alguien especial funcione sin que tenga que dependerse de la suerte. Tener una relación duradera se trata únicamente de...
Comunicación
Una pareja que se comunica bien puede lograr una relación infinita. Qué les gusta, qué no les gusta, qué sienten, cómo lo sienten, qué les gustaría, cómo, cuándo, por qué, y un largo etcétera. Pero esto no significa que no guarden su individualidad ni ciertos secretos que se llevan en el interior. Es únicamente con el fin de que ambos estén en el mismo canal y en el mismo punto para que no se creen confusiones y secretos —de los dañinos— que tarde o temprano destruyan la relación.
Respetar su espacio y su privacidad
Siguiendo un poco el punto anterior, cada persona es dueña de un mundo interior auténtico y propio, decidir hasta dónde compartir de ese mundo es una cuestión individual. Por lo tanto, la otra parte debe respetar esto y no indagar hasta lastimar a quien ama y, por ende, terminar quebrando toda posibilidad de un futuro juntos.
Confianza
Para que cualquier cosa funcione debe haber confianza. Buscar en el celular u objetos personales cualquier señal de que nos están traicionando, lo único que provocará es que la otra persona se sienta herida, pues algo tan básico como esto está siendo sustituido por sospechas y un juego infinito del gato y el ratón que acabará con todo. También aplica para aquellas cosas que queremos cambiar o mejorar y que, por alguna razón, no nos sentimos cómodos al decirlas en voz alta. Pero ocultar necesidades y opiniones sólo formará un saco lleno de inseguridades que pronto nos cansaremos de cargar.
Reinventarse
La rutina es una de las cosas que más relaciones ha destruido; días monótonos que se suceden unos a otros sin cambio alguno.
Comer lo mismo, pasear por los mismos lugares, llamarse a las mismas horas, hablar de lo mismo, ver a las mismas personas; y si hablamos de lo sexual, la rutina es mucho peor. Pueden descubrir cosas nuevas que enriquecerán su relación y harán que cada día sea tan especial que no se imaginarán la vida con alguien más.
Hacer planes juntos
Si tenemos en mente una relación de largo plazo, sentarse a planear es indispensable. Pero cuidado, tampoco se trata de que al tercer día ya estés escogiendo nombres para el bebé. Son más bien planes a corto plazo que, a la larga, irán formando parte de una relación estable y madura llena de anécdotas y aventuras juntos. Concéntrate en los pequeños logros, así es como llegarás al objetivo de una casa con jardín y un perro.
Tener claro qué espera cada uno en la relación
Saber hacia dónde se dirige cada uno y hacia dónde pueden caminar juntos es vital para que que no se pierdan en el camino o terminen por ahogarse. Algunas veces, por compromiso o por miedo a herir al otro, no tenemos el coraje de decir lo que esperamos; sin embargo, si este punto no se tiene claro porque nadie tuvo la honestidad para hablar claramente, llegará un momento en que la relación se torne demasiado complicada para alguna de las partes y termine por caerse, y en el proceso, se llevará al otro como consecuencia.
No sacrificar los objetivos personales por la relación
Retomando el punto del mundo interior, no hay que olvidar que cada uno es un ser independiente que debe funcionar ya sea que alguien esté a su lado o no. Desde que se nace se van acumulando sueños, metas y aspiraciones, y ponerlos en segundo plano por proteger la estabilidad de la relación o por consideración al otro, sólo provoca frustración e infelicidad. En una pareja debe existir el soporte para que los sueños de cada uno puedan realizarse, ya que también existen los sueños en pareja.
Tener una buena relación con su familia
El punto más temido por todos, ya que puede tratarse de una auténtica pesadilla, pero existe una forma de sobrellevarlo y sobrevivir. No se trata de llegar a invadir un núcleo formado hace muchos años. Crear cierto lazo con la familia de tu pareja es un proceso que puede tardar mucho tiempo, y debes estar preparado para las comparaciones y las miradas de escáner; pero siempre recuerda que hubo alguien antes que tú, y que les tomará tiempo conocerte y ver todo lo bueno que puedes aportar a la familia. Porque sí, una relación de largo plazo incluye muchas comidas y reuniones familiares.
Saber que dependemos de la suerte más de lo que pensamos puede asustar, pero ya lo dice Virgilio, «Fata viam invenient» [El destino encontrará la forma], y si le ayudamos un poquito, no habrá razón para que no suceda.