No hay nada más satisfactorio que mirar a la mesa y encontrarse con un plato de pozole bien servido. Todos esos colores haciendo una combinación perfecta; la lechuga, los rábanos, el orégano resaltando en la cima y el humeante caldo ahogando los trozos de carne resultan apetecibles para cualquiera que se diga amante de la gastronomía mexicana.
Pero por décadas se nos ha dicho que el pozole, ese platillo tan delicioso y deseado por propios y extraños, es una bomba de grasa y pesadez para cualquier estómago humano. Por ello —al menos en la mayoría de hogares mexicanos— se cocina en ocasiones especiales como alguna fiesta o durante el Grito de Dolores. Por mucho tiempo se pensó que la grasa con la que se cocina el platillo, los ingredientes y las cantidades de consumo, eran causantes de dolores de estómago, infecciones y malestares típicos de sobrecargar el sistema digestivo, por lo tanto, aumenta el peso.
Sin embargo, recientemente, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha revelado que en efecto, es un alimento "pesado", pero también resulta ser un plato ampliamente recomendable para mantenerse sano, ya que cumple con las exigencias del plato del buen comer:
— Alimentos de origen animal como el pollo, el cerdo o la res.
— El maíz pozolero es el cereal.
— Verduras como lechuga, rábano, cebolla y limón.
No obstante, el IMSS ha especificado que no se trata de un alimento que ayude a bajar de peso con su consumo constante. Sólo es un platillo que no engorda si se consume en porciones moderadas. Así que para aclararlo, la institución ha destacado algunos puntos sobre la porción recomendada y la forma de comer un plato de pozole.
— Se recomienda consumir 1 taza y media de caldo.
— Agrega 60 gr. de carne o un puñado.
— Pon verdura al gusto.
Parece que el pozole no es dañino para la salud pues las porciones son bastante amigables, entonces ¿por qué estuvo en un estatus de "comida no sana" por tanto tiempo? Sencillo. La razón es porque, por lo general, acompañamos el pozole con aditamentos poco saludables, mismos que son los que provocan los malestares estomacales por su alto contenido en grasas. Esos acompañamientos son:
— Chicharrón.
— Tostadas.
— Crema.
— Gorditas, tlacoyos, quesadillas y comida frita.
— Tamales.
— Manitas de puerco.
— Queso en exceso.
Saludable. Tanto que si combinas con ejercicios y un buen complemento en el desayuno y la cena, podrás bajar de peso de manera rápida manteniéndote en tu peso ideal.
Recuerda que los complementos son aquellos que dañan el cuerpo y que lo aumentan de peso; sin embargo, el IMSS aclaró que es realmente dañino si se consume con regularidad. Si no es así, no es malo complementar con algo más. Bajar de peso está en la forma de comer, pero se debe complementar con una dieta sana y ejercicio. Si bien el pozole resulta ser un plato balanceado y contiene elementos antioxidantes como el orégano y ligeros como la lechuga, no es el único plato que se recomienda incluir en un régimen alimenticio, pero ahora que sabemos que no es tan malo como parece, podemos comerlo —moderadamente— sin culpa.