Si estás embarazada, es recomendable que prepares la maleta del hospital en torno a la semana 37, ya que a partir de esa fecha el parto podría presentarse en cualquier momento, y lo mejor es que te pille con todo preparado para evitar agobios y olvidos importantes.
Deberás preparar una maleta para tí y otra para tu recién nacido, y hacerlo de forma meditada para no guardar más cosas de las necesarias. Aunque el contenido puede variar en función del tiempo que vayas a permanecer en el hospital, y de si vas a dar a luz en un centro público o privado, en general estos son los imprescindibles que no deberían faltar en la bosa de la mamá.
MALETA
Si no tienes una maleta pequeña, individual y fácilmente manejable es momento de hacerse con una. Piensa además que esta maleta podrás usarla posteriormente cuando salgas de paseo o de viaje con tu bebé.
Carpeta porta-documentos
Lo primero que deberás guardar en la maleta es una carpeta con toda la documentación y pruebas médicas que te hayan realizado durante el embarazo. En caso de haber hecho un plan de parto no olvides guardar una copia en tu maleta, tanto si ya lo has entregado en el hospital como si todavía no lo has hecho.
Camisón abierto por delante
Aunque lo más probable es que en el hospital donde des a luz te faciliten un camisón para el momento del parto, es recomendable que te lleves dos o tres camisones propios para que puedas cambiarte cuando hayas dado a luz.
Recuerda que el camisón debe ser cómodo, tanto para tí como para los profesionales sanitarios que te atienden, por lo que intenta elegir uno sencillo y abierto por delante para que te permita dar el pecho fácilmente a tu bebé. No se aconsejan pijamas de dos piezas, y personalmente recomiendo llevar un camisón de manga corta, porque normalmente la temperatura de la habitación suele ser elevada.
Bata
Considero que la bata es un prenda muy útil e imprescindible para la estancia hospitalaria, ya que te aportará comodidad y discreción para poder pasear y recibir a las visitas, además de calidez. Sin embargo, se trata de una prenda opcional que no a todo el mundo le resulta imprescindible.
Zapatillas cómodas
Otro de los imprescindibles que no debe faltar en tu maleta son unas zapatillas, cómodas, ligeras y abiertas por detrás para que te resulte fácil ponértelas y quitártelas sin necesidad de agacharte. Personalmente no recomiendo zapatillas tipo chanclas o con los dedos por fuera, ya que aparte de resultarme más incómodas ofrecen peor sujección.
Sujetador de lactancia
Si vas a dar el pecho a tu bebé no debes olvidar meter en tu maleta uno dos sujetadores de lactancia. Mi recomendación es que elijas un sujetador de tejido suave, sin costuras y preferiblemente sin aros, para que sea lo más cómodo posible.
Braguitas desechables
Las braguitas desechables son imprescidibles para el postparto, y a menudo es una de las recomendaciones que los ginecólogos dan a las mamás a la hora de preparar la bolsa del hospital.
Al ser ropa interior de un solo uso, resultan muy higiénicas para la ocasión, además de estar elaboradas con tejido suave, transpirable y sin costuras, que no molesta en caso de haber puntos o cesárea.
Otras cosas que no debes olvidar
Es importante también que valores si el día del alta vas a querer ponerte la misma ropa que llevarás el día del ingreso. Mi recomendación es que uses la misma, por lo que cuando el parto se haya desencadenado y te prepares para ir al hospital, elige prendas de ropa cómoda que puedas volver a ponerte con facilidad el día del alta.
No obstante, puedes dejar preparada en casa una muda de repuesto para que tu pareja o algún familiar te la acerque al hospital el día del alta, por si la ropa que llevas puesta se mancha o no puedes volver a utilizarla.
No olvides tampoco meter en la maleta objetos de aseo para la persona que te acompañe, así como el cargador de tu móvil y una cámara de fotos con la batería cargada.
Estos son mis imprescindibles para la bolsa de mamá, ¿echas en falta algo más?