Liberar la tensión entre dos personas puede ser un asunto realmente complicado. Sin embargo, hay algunas películas que puedes utilizar para lograrlo.
Se miran. Tragan saliva constantemente. Notan que sus manos están sudorosas y tratan de limpiarse con el tapiz del sillón o en sus pantalones; no importa, nadie puede enterarse de que están nerviosos. Se miran y tragan saliva de nuevo. En sus mentes sólo hay un pensamiento: "el primero beso y después que una cosa lleve a la otra". Hay una fuerza oscura en el ambiente y tratan de empujar sus cabezas hasta que una choque con la otra y sus bocas por fin puedan encontrarse. La tensión sexual es obvia, pero ninguno está dispuesto a dar el primer golpe.
Eso es justo lo que dos personas sienten desde que la frase "vamos a ver películas" cambió de sentido por completo. Después vino el "Netflix & Chill" y a partir de ahí absolutamente todo quedó claro: las personas necesitan una forma —no tan obvia— para obtener sexo. Por alguna extraña razón no basta sólo con besarse y dejar que todo fluya; obviamente debe existir un escenario perfecto para que poco a poco llegue ese momento en que la emoción y el deseo terminen con dos personas en una cama dándolo todo. ¿Cómo lograr que empiece? Sencillo, todo debe ser una especie de indirecta, desde la invitación hasta la película, el sexo debe hacerse presente como una especie de fantasma que ronda todo el tiempo por la habitación.
Sobran las películas con escenas sexuales. Sin embargo, no todas dan pie a que la tensión sexual sea liberada por completo; aunque suene absurdo, la trama y las escenas en estos filmes son importantes para que un momento íntimo como cualquiera se convierta en ese pretexto para quitarse la ropa.
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Match Point (2005)
Woody Allen
El sexo puede ser sólo un pretexto para cumplir otro tipo de fantasías que no necesariamente tienen que estar ligadas con lo carnal. Basta un pequeño incentivo económico o social para que una persona comience a jugar con el cuerpo de otra y así continuará hasta que pueda ser dueño de todo lo que siempre soñó sostener en sus manos. No importa quién goce y quién caiga de dolor, lo único que en realidad tiene peso es el objetivo.
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Secretary (2002)
Steven Shainberg
¿Quién no ha escuchado de la clásica fantasía del jefe y la empleada? En este filme el juego de la seducción nace en un ambiente liberal en el que poco importa el aspecto de los protagonistas; su mente y todos los pensamientos ocultos que rondan dentro de ella son el pretexto perfecto para iniciar un viaje sexual lleno de masoquismo que despierta los instintos más bajos de una mujer que, por lo menos al inicio, se comporta como una figura calmada y tímida.
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Shame (2011)
Steve McQueen
Una vida de adicción al sexo no puede pasar desapercibida cuando un hombre se embarca en relaciones desenfrenadas y toneladas de pornografía de todo tipo. No se trata sólo de iniciar una relación, sino de dejar atrás un montón de costumbres sin control que probablemente han distorsionado la percepción del sexo.
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Chloe (2009)
Atom Egoyan
Los caminos para salvar una relación son variados y bastante extraños. Algunas personas optan por separarse indefinidamente; sin embargo, están quienes se inclinan por medios mucho más sensuales y emocionantes. Dejan entrar a un tercero a sus vidas para que les haga sentir que vale la pena estar juntos y disfrutar cada momento, y aunque la relación puede ser salvada, también está el riesgo de que perezca.
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9 Songs (2004)
Michael Winterbottom
Para este filme, los actores principales (Kieran O'Brien y Margo Stilley) asumieron que tendrían relaciones sexuales reales, mismas que marcaron las partes más importantes de la película. El protagonista va reconstruyendo su vida a partir de encuentros sexuales con quien supuestamente es su novia.
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9½ Weeks (1986)
Adrian Lyne
Conocer las diferencias entre una pasión desenfrenada y una relación a la que podríamos llamar "completa" a veces resulta vital para que dos personas puedan encontrar el equilibrio que necesitan. Los cambios que ambos sufren al percatarse de que eso que existe entre ambos los puede poner en peligro, quizá los hacen considerar el sexo como algo no tan importante.
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Jamón, jamón (1992)
Juan José Bigas Luna
¿Qué pasa cuando se fingen el amor y el orgasmo? Es común que en una relación al menos uno tenga que ser falso, pero cuando ni uno de los dos se disfruta de verdad, es necesario encontrar una solución o entregarse a la decepción total. Quizás ambas partes sólo están juntas por un compromiso oculto y caduco.
Cada una de estas películas incita a romper las barreras sexuales desde diferentes puntos, sólo depende de cada persona saber exactamente cuándo y con quién despertar el deseo para que una cinta se convierta en el puente perfecto entre una cita y una noche de pasión que, al pasar de las horas, lucirá como algo interminable.
