La ciencia nos muestra que no es el caso. De hecho, la primera infancia es el mejor momento posible aprender una segunda lengua porque los niños que experimentan dos lenguas desde su nacimiento normalmente se convierten en hablantes nativos de ambas, mientras que los adultos a menudo tienen dificultades con el aprendizaje de una segunda lengua y rara vez logran una fluidez similar a la de su lengua nativa. Pero la pregunta sigue siendo si es confuso para los bebés aprender dos idiomas al mismo tiempo.
¿Cuándo aprenden los bebés el idioma?
Varios estudios han demostrado que los bebés comienzan a aprender los sonidos del lenguaje antes de que sean siquiera hayan nacido. Ya en el útero materno, la voz de una madre es uno de los sonidos más prominentes que un bebé aún no nacido puede oír. En el momento en que llegan al mundo, los recién nacidos no sólo pueden diferenciar el lenguaje de su madre y otro idioma, sino que también muestran una capacidad de distinguir entre lenguas.
El aprendizaje de idiomas depende del procesamiento de los sonidos y si juntamos todas las lenguas del mundo existen aproximadamente unos 800 sonidos diferentes. Cada idioma solamente utiliza unos 40 sonidos del lenguaje o "fonemas" que distinguen a una lengua de otra.
Al nacer, el cerebro del bebé tiene un don inusual: puede diferenciar los 800 sonidos. Esto significa que en esta etapa los bebés pueden aprender cualquier idioma al que estén expuestos y poco a poco los bebés averiguan qué sonidos son los que más están escuchando.
Entre los seis y los 12 meses, los niños que crecen en hogares monolingües se especializan más en el subconjunto de los sonidos en su idioma nativo. En otras palabras, se convierten en "especialistas en idiomas nativos". Cuando cumplen un año, los bebés monolingües comienzan a perder su capacidad para diferenciar los sonidos del idioma extranjero.
Los niños bilingües llevan ventaja
La buena noticia es que los niños pequeños de todo el mundo pueden y deben adquirir dos idiomas al mismo tiempo. De hecho, en muchas partes del mundo, ser bilingüe es más bien la norma que la excepción.
Ahora sabemos que la necesidad constante de cambiar entre los idiomas lleva a adquirir varias ventajas cognitivas. La investigación ha encontrado que los adultos y los niños bilingües muestran una mejora de la función ejecutiva del cerebro: es decir, que son capaces de desviar la atención, cambiar de tareas y resolver problemas con mayor facilidad. También se ha encontrado que los niños bilingües pueden aumentar sus habilidades metalingüísticas (la capacidad de pensar sobre el lenguaje en sí mismo, y entender cómo funciona). Existen pruebas de que ser bilingüe hace que el aprendizaje de una tercera lengua sea más fácil y además se cree que el efecto de acumulación de la experiencia de dos idiomas se traduce en efectos protectores contra el deterioro cognitivo con el envejecimiento y la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Por lo que si quieres que tu hijo sepa más de un idioma, lo mejor es comenzar a una edad temprana, antes de que comience a hablar su lengua materna. Tu hijo no se va a sentir confundido e incluso podría fomentar otras capacidades cognitivas.
Autor: Naja Ferjan Ramírez, investigadora de la Universidad of Washington | Bebés y más