Considerado uno de los escritores más importantes en lengua francesa tanto en teatro como en poesía y novela, Víctor Hugo es recordado a 215 años de su nacimiento (1802-1885) por dejar como legado obras como “Los miserables” y “Nuestra Señora de París”.
De acuerdo con información de la Enciclopedia Británica (britannica.com), Victor Marie Hugo vio la primera luz en Besanzón, el 26 de febrero de 1802, siendo el tercer hijo de Joseph-Leopold Sigisbert, general del ejército napoleónico, quien por su cargo se trasladó a vivir a París, aunque realizaba viajes a Madrid o Nápoles.
En la capital francesa fue donde el futuro literato pasó su infancia; realizó sus estudios en la Pensión Cordier, el Liceo Luis El Grande y se graduó en Derecho en París, formación cuyos recuerdos le inspiraron el personaje de “Marius”, de “Los Miserables”, según la misma fuente.
Desde 1816 había manifestado su inclinación por las letras, compuso sus primeros poemas e hizo traducciones, en particular de Virgilio. Además, con el incentivo de su madre fundó, en 1819, la revista “Conservatorio literario”, junto con sus hermanos Abel y Eugene.
Un año después de la muerte de su madre, en 1821, Víctor Hugo contrajo matrimonio con su amiga de la infancia Adele Chenier, con quien procreó cinco hijos.
Al emprender su proyecto de vida literario –según el sitio “biografiasyvidas.com”–, el autor se había propuesto: “Quiero ser Chateaubriand o nada”, y tres años más tarde, en 1819, destacó en los Juegos Florales de Touluose.
Sin embargo, su real incursión en la literatura sucedió en 1822, con su primera obra poética, “Odas y poesías diversas”, a la que le siguió, en 1827, “Cromwell”, creación en la que proclamó el principio de la “libertad en el arte”.
Su talento pronto lo llevó a ser considerado como el “jefe de filas” del Romanticismo, y para 1829 publicó “Las orientales”, libro que fue del gusto de sus contemporáneos por el exotismo oriental.
Más tarde incursionó en el arte dramático con “Marion Delorme”, pieza que, no obstante, fue censurada y retrasó su aparición en la escena teatral hasta el estreno de “Hernani”, en 1830, obra maestra que triunfó en la Comédie Française.
Ese mismo año inició una etapa de particular fecundidad literaria, fruto de la cual escribió bastantes obras entre las que destacan su primera gran novela, “Nuestra Señora de París”, y el drama “Ruy Blas”, además de distintos libros de poesía.
Un año más tarde, en 1841, ingresó en la Academia Francesa; no obstante, desanimado por el rotundo fracaso de “Los burgraves”, abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija Léopoldine, acaecida mientras él estaba de viaje, sumada al desengaño por la traición de su esposa con su amigo Charles Augustin Sainte-Beuve, lo sumieron en una honda crisis emocional.
Por esa época comenzó a tener interés por la política y se desempeñó en este ámbito, siendo nombrado par de Francia en 1845. De igual manera, apoyó en las elecciones de 1848 la candidatura de Luis Napoleón Bonaparte, si bien sus discursos sobre la miseria, los asuntos de Roma y la Ley Falloux mostraron desde entonces su ruptura con el Partido Conservador.
El 17 de julio de 1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Luis Napoleón y, tras el golpe de Estado, huyó a Bélgica. Si bien es cierto que no publicó ninguna obra entre 1843 y 1851, en ese lapso concibió la novela “Los miserables” y escribió numerosos poemas que fueron conocidos años más tarde.
En 1852 se instaló con su familia en Jersey, Reino Unido, donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí permaneció, en su propiedad de Hauteville-House, hasta 1870. Republicano convencido, denunció sin tregua los vicios del régimen conservador de su país y en 1859 rechazó la amnistía que le ofreció Napoleón III.
Según el sitio “memoriapoliticademexico.org”, el 20 de junio de 1867 escribió una carta al presidente mexicano Benito Juárez para reconocer su triunfo y la restauración de la República, así como para pedir por la vida de Maximiliano de Habsburgo, que fue fusilado en el Cerro de las Campanas.
De su exilio de 20 años –continúa “biografiasyvidas.com”– nació su obra “Los castigos”, que contenía un gran número de poesías satíricas, así como la trilogía de “El fin de Satán”, “Dios” y “La leyenda de los siglos”, considerada ejemplo de poesía filosófica, en la que traza el camino de la humanidad hacia la verdad y el bien desde la época bíblica hasta su tiempo.
Esa inclinación también se puede observar en la novela “Los miserables”, en la que Víctor Hugo hace una denuncia de la situación de las clases más humildes.
Tras la caída de Napoleón III, en 1870, Víctor Hugo regresó a París y fue aclamado públicamente y elegido diputado. No obstante, en los comicios siguientes fue derrotado. En 1876 obtuvo el escaño de senador de París, posición desde la que defendió la amnistía de los partidarios de la Comuna.
Sin embargo, desengañado por la política, regresó a Hauteville-House. Por entonces el ritmo de su producción disminuyó, contrario a su prestigio: un banquete conmemoró el quincuagésimo aniversario de su obra teatral “Hernani”, y en 1881 su cumpleaños fue celebrado oficialmente y los senadores, en la tribuna, se levantaron sin excepción en su honor.
Víctor Hugo murió el 22 de mayo de 1885, y entonces el gobierno francés decretó un día de luto nacional y sus restos fueron trasladados al Panteón de París. Su influencia puede verse en autores como Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y los surrealistas.