Un perro sacó a otro que había caído en las aguas de un río de montaña. Un labrador se metió en el río jugando con un palo que le había tirado su dueño, pero no logró salir de la corriente.
El otro can, que observaba la escena, agarró de inmediato el palo y salvó a su ‘amigo’ de un posible ahogamiento.