No hace falta ser brillante o inteligente, ni siquiera estar enterado de algún tema o contar con un conocimiento envidiable para llegar a lo más alto. A veces, lo único que importa es la seguridad: afirmar con entereza, mirar fijamente a los ojos y hablar con un convencimiento pasmoso –aunque se trate de una perogrullada– ésa es la fórmula mágica para el éxito y los gobernantes de la actualidad son el mejor ejemplo de ello.
Apenas es necesario hilar un par de frases no muy elaboradas para aspirar a puestos públicos, abrirse paso en el mundo de los negocios o ser reconocido como un intelectual. La capacidad para resolver problemas, pensar de forma crítica y comprender parcialmente el mundo parece algo indeseable en el presente. La seguridad y la capacidad de relacionarse son un bien preciado en la actualidad. Una estampa de convicción y firmeza es suficiente para gritar al mundo que es el tiempo del triunfo de la apariencia y lo vacuo ante la complejidad de lo profundo.
A pesar de no ser lo más importante, la seguridad es imprescindible para llegar a cualquier sitio. Hace falta estar convencido de las capacidades propias y no minimizar los logros para hacer a un lado a aquellos que detrás de una apariencia segura, se caen a pedazos ante la realidad.
Si estás dispuesto a revertir esta situación requieres seguridad y autenticidad que la respalde, no un equipo de asistentes, escritores, auriculares o un teleprompter. Confía en ti y pon en práctica estos diez hábitos que harán crecer tu convicción de todo lo que eres capaz:
Lee
Siempre tendrás una perspectiva distinta si lees. Sea literatura, temas de divulgación científica o revistas especializadas, cada artículo ampliará tu panorama y te dará una visión más amplia del mundo. No habrá tema para el que te haga falta opinión y te sentirás con la confianza y el nivel para entablar una conversación profunda con cualquiera.
Mantente informado
Saber sobre el acontecer mundial reforzará tu opinión cuando charles de cualquier tema o te expreses frente a los demás. No hace falta que te enteres de cada noticia, sólo esfuérzate por estar al tanto de lo que ocurre en tu entorno y aumentará tu seguridad enterado de los hechos.
Acepta tus errores
La vida es un camino lleno de aprendizaje y caídas. No te mortifiques por tus fallas y en vez de magnificarlos, acéptalos en su correcta dimensión. No hay forma de aprender a correr sin tropezar una y otra vez, la única manera de hacerlo es aceptar los errores, tenerlos presentes y construir sobre la base de los mismos para librarlos.
Sé amable
No permitas que tu inseguridad afecte en tus relaciones personales, laborales y sociales. Ser amable no es signo de debilidad, sino una práctica que debes llevar a cabo para que los demás te reconozcan como tal y te traten de la misma forma.
Olvida las apariencias
Abandona toda pretensión de aparentar ser alguien distinto a quien realmente eres. Tratar de cambiar en busca de aceptación social o un perfil distinto sólo acarreará mayor inseguridad ante un comportamiento que te impide ser tú. No busques el reconocimiento de los demás ni te esfuerces por complacer a alguien si para hacerlo aparentas ser alguien más.
Saca a flote tus fortalezas
Concéntrate en las actividades donde sobresales del resto y practica constantemente. Si haces de esto un hábito y te esfuerzas en lo que más te apasiona, pronto te convertirás en un experto. Ya sea tocar algún instrumento, practicar un deporte o cualquier tipo de afición, tendrás la autoridad suficiente para saber que eres mejor que la mayoría de las personas y ganarás en autoestima y seguridad.
Enfócate en tus debilidades
No sólo inviertas tiempo en tus fortalezas, también trabaja con tus debilidades: si eres un pésimo orador y te avergüenza hablar en público, práctica expresando tu opinión sobre cualquier tema con familiares y amigos. Si tienes problemas para la empatía, olvídate de las apariencias y aprende a ser tú mismo. Afronta retos cada vez mayores hasta que logres lo que antes pensabas imposible.
Haz ejercicio
El cuerpo es el vehículo de la consciencia y como tal, es parte esencial de la primera impresión que define quien eres ante los demás. Mantenerlo en un estado óptimo no sólo es fundamental para la salud, también para la autoestima y la visión que tienes de ti misma. No requieres un gimnasio ni grandes sumas de dinero, sólo la voluntad de empezar a ejercitarte, un paso a la vez hasta lograrlo.
Viaja solo
Una fórmula mágica para reencontrarte contigo mismo, conectar tus sentimientos y repensar tu presente es viajar solo. Aventúrate a descubrir un lugar lejano sin otra compañía que tú misma. Evalúa los aspectos que apruebas de tu vida y piensa cómo cambiar los que no te satisfacen. Encuentra el equilibrio en tu diálogo interno y aprende del lado positivo de la soledad, eso te dará la confianza para afrontar el futuro con seguridad.
Afronta tus miedos
No hay más: la única forma de superar los miedos es afrontándolos. Oblígate a salir de tu zona de confort y experimenta situaciones no controladas mientras reconoces de dónde proviene tu ansiedad. Relájate y abre tu mente para descubrir que detrás de todo gran miedo, existe una inseguridad que puede ser vencida y posiblemente tiene su origen en una concepción errónea de la realidad.
La seguridad se construye día con día, en cada acción por más insignificante que parezca y cada relación entre pareja, laboral o en familia. Una parte imprescindible para edificar tu confianza es lo que portas. Asegúrate de que sea algo cómodo y que te haga sentir en paz contigo. Olvídate de los complejos y aprende a valorar quién eres.