Dos años más tarde se consuma la caída del maravilloso espacio construido en el México-Tenochtitlán cuando se realiza la alianza de los españoles con el pueblo tlaxcalteca sometido por la triple alianza: Texcoco, Tenochtitlan y Tlacopan durante el reinado del último Tlatoani Moctezuma.
Existe actualmente una polémica 500 años después de este suceso, cuando se reconsideran las implicaciones de este choque de culturas y el posterior proceso de transculturación y mestizaje.
El estado de Morelos fundado el 16 de abril de 1869 durante la presidencia de Benito Juárez, fue parte de este proceso de sincretismo, cuyos diversos vestigios prevalecen.
Independientemente de las implicaciones de todo tipo, de las formas y consecuencias de este suceso; es la influencia sobre el turismo en el Morelos de hoy lo que ocupa este artículo, enfocándonos a la presencia del patrimonio arquitectónico, arqueológico, cultural con su legado religioso, que los siglos posteriores atestiguan. Este patrimonio tangible e intangible forman precisamente hoy, parte del turismo cultural; una alternativa turística emergente capaz de generar divisas solo por debajo de las generadas por el petróleo y las remesas.
Un ejemplo es la ruta de los conventos; aunque los daños a estos y otros edificios fueron considerables luego del pasado sismo del 19s17, muchos de ellos ya han sido restaurados con la supervisión del INAH, son contenedores de elementos arquitectónicos presentes en haciendas y templos del siglo XVI, como sus chacuacos, bóvedas, trapiches y acueductos; campanarios, cúpulas, torreones, etc.
El visitar los Pueblos Mágicos de Tepoztlán y el ex Convento de la Natividad, Tlayacapan con el Convento de San Juan Bautista o la ciudad de Cuernavaca entre otros municipios nos permite el contacto con ese patrimonio y su interpretación. Además de una alternativa de hospedaje de primera calidad en las haciendas que ofrecen hotelería, gastronomía, spas, etc., enmarcados por un clima y entorno muy agradable.
El turismo religioso generado en la catedral de Cuernavaca, por ejemplo; nos da la oportunidad de visitar también el Museo de Arte Sacro dentro del Ex convento de la Asunción (la recién restaurada catedral) junto a otros edificios del siglo XVI ubicados en el centro histórico, además del Palacio de Cortés, icono paisajístico del centro histórico de la capital, hoy museo Cuauhnáhuac, o la ex Hacienda de Cortés, construida por Hernán Cortés en 1530; conocida por el nombre de San Antonio Atlacomulco, es una obra arquitectónica excelente, ejemplo de la bonanza del territorio conquistado, contiene historias ocultas en sus muros y sus sucesos históricos, con jardines magníficos y agua proveniente de Chapultepec, también la ex Hacienda de San Carlos en Yautepec, San Antonio El Puente en Xochitepec, ex Hacienda de Temixco, construida por Martín Cortés, hijo del conquistador o el actual Hotel Hacienda Cocoyoc; como una parte representativa de la ruta de las haciendas, que permite trascender la ruta en sí hacia el entorno y contexto cambiante.
Más que pensar en las implicaciones pasadas que pueden reconsiderarse, vale la pena también mirar hacia adelante con una mirada constructiva de un Turismo Social incluyente, ecológico y sustentable, responsable con el medio ambiente, el entorno y la cultura; pensar en alternativas de crecimiento económico con beneficio directo a las comunidades, de la mano del compromiso ético y humanístico propuesto por los profesionales del turismo; del goce y la diversión, del disfrute y el bienestar tanto del visitante como del anfitrión; es esta una oportunidad y una tarea a la que estamos invitados todos.
Mtro. Arturo García Santamaría, Del Canto George Michael, Lozano Celis Laura Alejandra, Fernández Estrada Mauricio Alejandro, Silva Mendoza María Elena.
Escuela de Turismo de la UAEM
Fotografías Arq. Carlos A. Gama Hernández.