El buen trato, la higiene, la eficacia y, en general, la profesionalización de los servidores y los servicios turísticos, es requisito indispensable para poner en valor el potencial turístico, tanto del patrimonio natural, como cultural, que puede tener una comunidad.
No basta con tener hermosos paisajes o sitios históricos para que aparezcan flujos de visitantes; es necesario dotarlos con ofertas de calidad que atiendan una demanda cada vez más sensible y exigente.
Los servicios de hospedaje son especialmente importantes pues atienden necesidades básicas del viajero, como el descanso, en condiciones satisfactorias de confort, hospitalidad, intimidad e higiene.
Es imprescindible que los profesionistas que atienden al visitante cuenten con estudios especializados, dominio del inglés y otros idiomas, habilidades para el buen trato al turista y conocimientos de cultura morelense, mexicana y universal.
Morelos tiene una larga experiencia en los servicios de alojamiento, sin duda es el decano de nuestro país. Cuando el ferrocarril llegó a la capital morelense, los viajeros tenían que pernoctar en vagones habilitados. La familia Hanson se asoció para fundar un hotel con el señor Ramón Oliveros, quien fundó una ladrillera en Cuernavaca de donde salió el material que se usó para edificar el Hotel Moctezuma, hermosa construcción de ladrillo prensado, inaugurada justo al comienzo del siglo XX y que ojalá algún día recobre su antigua dignidad.
El primer hotel morelense construido ex profeso contaba con 34 habitaciones, equipadas con lo mejor de la época, como muebles de baño europeos. Como es sabido Emiliano Zapata se hospedó en el Hotel Moctezuma, lo usó como centro de operaciones y fue el sitio donde le tomaron célebres fotografías que son ahora parte de la historia.
Otro gran hotel abierto en Cuernavaca a principios del siglo pasado fue el Bellavista, obra de la ciudadana britel libro Tempestad sobre México,riaa Azul, Casa Colonial visitante cuenten con estudios terminados, ingloránica Rosa E. King, autora del libro Tempestad sobre México, en el que narra cómo grandes personalidades de la época, comenzando por el propio presidente Madero, se hospedaron en el Bellavista, cuya calidad y prestigio lo hizo el preferido del cuerpo diplomático.
Vino después una época de grandes hoteles, como el Mandel, el Marik Plaza, Hernán Cortés, Los Canarios, el Casino de la Selva y el Chulavista, hoteles de gran turismo que consolidaron la vocación turística de Morelos, que se continuó con Las Mañanitas y Hostería Las Quintas, cuya calidad les valió prestigio internacional.
Mención especial merecen los antiguos cascos de hacienda revitalizados como hoteles: San José Vista Hermosa, Cocoyoc, la Hacienda de Cortés, San Gabriel Las Palmas, San Antonio el Puente, o las que ofertan espacios para eventos y hospedaje, como las haciendas Santa Cruz Vista Alegre o Cuautlita.
Cabe mencionar la apertura, en los años recientes, de hoteles de cadena con servicio business o de categoría familiar de 3 o 4 estrellas que atienden a un importante segmento del mercado. Ejemplos como Holiday Inn Express, One, Fiesta Inn, Radisson, etc. sirven para ilustrar lo que representa este sector.
Morelos ha creado una red de spas de gran calidad como Mesón del Sol o el Hostal de la Luz. Cada una de estas especialidades merecerá especial atención de la Escuela de Turismo de la UAEM, a través de éstas páginas; la infraestructura hotelera morelense refrenda la calidad de sus servicios y el oficio de la anfitronía de nuestro estado; ejemplos los hay por toda la entidad, desde la Posada del Tepozteco, Sumiya, la Casa de los Árboles, Casa Fernanda, Anticavilla, La Casa Azul, Hotel Quinta del Gobernador, Casa Colonial, etc.
Tenemos cualidades naturales y culturales privilegiadas, suficientes para competir en el mercado turístico y contamos con una infraestructura que ha demostrado su valía. Los morelenses han atendido a sus visitantes a través de los años; si comparamos oficio e instalaciones morelenses con otros estados, nuestra situación es privilegiada, sin embargo es necesario reconocer que las demandas del sector turístico cada día se tornan más exigentes, situación que obliga a una actualización y especialización permanente.
Haui Arriaga Latisnere y Adalberto Ríos Lanz
Profesores de la Escuela de Turismo UAEM
Fotografía: Archivos Compartidos UAEM-3Ríos