El 2 de Febrero se celebra el Día de la Candelaria o Día de La Luz, en México y varios países del mundo. La fiesta más grande del país se realiza en Tlacotalpan, Veracruz, ciudad Patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
En Morelos tiene carácter de feria en Coatlán del Río, Coatetelco, localidad del municipio de Miacatlán en donde una semana antes llevan a la Virgen de Tetecala a esta población, acompañada por danzas y bailes.
Esta celebración también se destaca en el Barrio de Amatitlán, municipio de Cuernavaca. También en el pueblo de Santa María Ahuacatitlán se celebran estas fiestas y este año se realiza el primer Festival del Atole y el Tamal.
Otros municipios donde se enfatiza esta fecha es en Emiliano Zapata, Nepopualco en Totolapan, en Tetecala y quizá una de las más populares es la de Tlaquiltenango al sur del estado de Morelos.
Aunque en cada municipio la celebración tiene sus peculiaridades, todas convergen en ser un atractivo para ser visitadas pues se puede disfrutar de la gastronomía de cada lugar, de sus paisajes, la calidez de la gente y sus costumbres, pues se observan danzas de distinto origen que reflejan un sincretismo particular.
La danza de los Tecuanes, los Huehuenches, los Moros y los Chinelos son los más representativos en la mayoría de las localidades que celebran como ferial el Día de la Candelaria en donde además se pueden apreciar fuegos artificiales, los clásicos juegos mecánicos de feria, procesiones y bailes.
Se ha explicado por tradición que esta fiesta religiosa tiene sus orígenes en los pasajes bíblicos de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto. Este día también se bendicen las velas o candelas que son consideradas como buenas para apartar el mal y las enfermedades.
Otras versiones explican que la Candelaria es una fiesta que simboliza la unión del pueblo indígena con el pensamiento cristiano, ya que en ella se fusionan los rituales religiosos y prehispánicos, creando una fiesta original y única.
El sincretismo religioso es distintivo en cada uno de los lugares de la celebración en tierras Tlahuicas, pues las zonas morelenses que se distinguen por esta celebración son cercanas a vestigios prehispánicos como Xochicalco en Miacatlán o Chimalacatlán en Tlaquiltenango además de la cercanía de Nepopualco a la zona arqueológica de Chalcatzingo.
En el mundo indígena, el ciclo de la purificación y penitencia inicia con la fiesta de la Candelaria, continúa con el carnaval, la cuaresma y la Semana Santa, es decir en sentido contrario al calendario católico tradicional, que marca el inicio de dicho ciclo con el segundo. El 2 de febrero marca el inicio del año mexica.
En las celebraciones de esta antigua cultura se acostumbraba ofrendar a los dioses tamales y otros alimentos de maíz; pues, según su cosmovisión, de este fruto se hicieron los humanos. En algunas regiones, la gente lleva a bendecir mazorcas, para comenzar la siembra del nuevo año y la tradición oral nos dice que los tamales quedan como signo de estos rituales.
Se tienen distintas versiones de porqué se come tamales y atole en esta celebración, la más clara es la que dice que es porque este platillo estaba en las ofrendas a los dioses aztecas y porque está hecho de maíz, el material que usaron los dioses para crear al hombre y en cada región se prepara de una manera particular, con variados colores y sabores.
El 6 de enero es el preámbulo de la fiesta de la Candelaria y quienes encontraron el “muñequito” o “Niño Dios” en la rosca de Reyes se hace compadre de quien le convidó pues se considera el padrino y le toca vestir al Niño Jesús que se levanta del nacimiento de las fiestas navideñas y lo adornará para presentarlo durante la misa y, además, le toca ofrecer una merienda festiva donde el platillo son los tamales y el atole.
Los atuendos más frecuentes del Niño Dios son: Santo Niño de Atocha, con su báculo y sentado en una silla. Niño de las Azucenas, viste una túnica blanca y tiene entre las manos una vara de azucenas. Niño de las palomas, con un ropón blanco y una paloma entre las manos. San Francisco, con sandalias y hábito café, abrazando un animal.
Esta celebración también es conocida como: Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria, Fiesta de la Purificación, Fiesta de la Presentación, pero en Morelos, sin duda, es para todos, la Feria de la Candelaria.
Así que el Día de la Candelaria es una extraordinaria oportunidad para convivir en familia y degustar todo tipo de tamales y atole, acercarse a las culturas, usos, tradiciones y costumbres de la gente, visitar los hermosos pueblos de Morelos, además de convivir con estas fiestas religiosas y adentrarnos al maravilloso mundo del turismo cultural.
Mtro. Salvador Rivera Díaz
Profesor de la Escuela de Turismo UAEM
Fotografías:
Archivos UAEM-3Ríos Adalberto, Ernesto y Adalberto Ríos