La creciente leyenda negra contra los coches semiautónomos tras la muerte de un conductor y varios accidentes ha encontrado en un abogado de Misuri, Joshua Neally, un contrapunto feliz. Poco después de salir de su bufete en la ciudad de Springfield para recorrer los 70 kilómetros diarios hasta casa, Neally, de 37 años, comenzó a sentirse mal: notaba una presión fuerte sobre el abdomen, que al principio atribuyó a un tirón muscular. Viendo que el dolor no se pasaba, llamó a su mujer y activó la función de piloto automático de su Tesla Modelo X para indicarle que lo llevara a un hospital.
Una vez llegó al centro hospitalario tras recorrer 32 kilómetros, el conductor tuvo que retomar el control del vehículo para estacionarlo en el aparcamiento y acudió por su propio pie al mostrador de urgencias. Los médicos le diagnosticaron una embolia pulmonar, el bloqueo repentino de una arteria pulmonar por un trombo. Tras recibir atención, fue dado de alta en el mismo día.
El conductor del vehículo, el abogado Joshua Neally. FACEBOOK
En declaraciones a la revista Slate, Neally afirmó que confiaba en el vehículo porque lo había entrenado día a día para que conociera bien los detalles de su recorrido de casa al trabajo: "No soy un temerario. Le prometí a mi mujer que siempre estaría prestando atención". Las prestaciones de conducción del modelo X de Tesla, un vehículo que ronda los 70.000 euros en su versión más básica, automatizan algunas funciones de guiado, aceleración y frenado, pero están lejos aún de sustituir la conducción humana por completo.
Tesla sorprendió el pasado octubre al instalar de forma sorpresiva un software en su modelo S, que ya estaba en circulación, que le permitía aparcar en paralelo o cambiar de carril. La compañía ha perdido en los seis primeros meses del año 575,4 millones de dólares, un 70% más que en el mismo periodo de 2015. | El País