Hugh Herr, investigador del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), pionero en el desarrollo de prótesis biónicas y fundador de la compañía BiONx Medical Technologies (anteriormente llamada iWalk), fue galardonado hoy por la mañana con el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2016.
“Las investigaciones pioneras de Herr en biomecatrónica, combinando inteligencia artificial, neurofisiología y robótica han dado lugar a una nueva clase de prótesis biónicas inteligentes, controlables por el cerebro”, señaló el jurado al anunciar al ganador del premio.
Herr se interesó en el tema de las prótesis biónicas cuando, a los 17 años, le fueron amputadas las piernas por culpa de una tormenta de hielo que lo sorprendió cuando acampaba mientras escalaba un risco, y lo mantuvo tres días perdido a temperaturas de 29 grados bajo cero. Las prótesis que comenzó a usar desde entonces, le parecían sumamente rudimentarias e incómodas. Al ingresar a estudiar ingeniería y biofísica decidió especializarse en el diseño de prótesis tecnológicas.
Desde entonces las prótesis diseñadas por Herr, actualmente de 52 años, se volvieron las mejores de su tipo, con sistemas ajustables y accesorios para realizar mejor ciertas tareas. El mismo Herr ha comentado que desde que usa sus piernas biónicas se le facilita más escalar montañas que cuando tenía sus piernas reales.
Los avances de “el hombre biónico”, como han apodado a Herr, ya no se limitan a personas con partes amputadas, por eso lo han encaminado a su nueva línea de investigación: biohíbridos de prótesis “inteligentes” que buscan fusionar el cuerpo humano y las máquinas, aumentado la fuerza y resistencia de sus usuarios.
El premio Princesa de Asturias consiste en 50,000 euros, una reproducción de una escultura de Joan Miró, un diploma y una insignia que tradicionalmente entrega el rey de España en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo. | CE