Las chicas diseñaron un proyecto de misión espacial, dividido en cinco fases, teniendo como fin la exploración lunar. Ellas tomaron como base la astronomía maya, buscando relacionar la antiquísima cultura con la ciencia moderna.
Jana, Titania y Ámbar desarrollaron cinco misiones espaciales que consistieron en programar a Ixchel, un pequeño robot explorador; la activación de un reloj construido con base en la Piedra del Sol, mismo que serviría para simular el tiempo que el robot pasaría en la Luna; construyeron un elevador espacial, que simbolizaba la pirámide que está en Palenque, Chiapas; desarrollaron una máquina de oxígeno para que los mayas pudieran vivir en la Luna; y reprogramaron a su robot para que llevara comida a una supuesta civilización maya.
Las niñas forman parte del club de robótica Liks, desde donde mostraron su proyecto vía videoconferencia a un jurado internacional. Ellas empataron en el primer lugar de la competencia con dos equipos de Estados Unidos y uno de Italia.
“Me siento muy emocionada, feliz, es una cosa especial para mí y me siento como en las nubes, como si estuviera soñando”, dijo Ámbar Nicole al saber que habían ganado.
Su premio consiste en un viaje a Japón, donde las jóvenes mexicanas tendrán la oportunidad de conocer robots desarrollados en universidades del país del Sol Naciente. | CE