La creación de la iniciativa global “Inteligencia Artificial en contra del Cambio Climático” nace con la determinación de proteger reservas naturales en México y en el mundo, colaborando con comunidades locales.
En ella se exploran las posibilidades de la IA para apoyar en la conservación de los recursos naturales, en la optimización de los esfuerzos para la protección de las reservas y en la activación de la economía de las comunidades en y alrededor de las mismas, frecuentemente en situación de pobreza.
La iniciativa fue fundada por la agencia Christopher Córdova, la empresa social NON-SUCH y la organización de IApara el bien social, C Minds, y es desarrollada con el apoyo de la Dirección de Agenda 2030 de la Jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República, el Gobierno de Yucatán, Huawei, el World Wildlife Fund (WWF), el Tec de Monterrey, la CONANP, y el INAES, entre otras instituciones y organizaciones.
Su primer foro virtual tuvo como sede la Ciudad de Mérida, Yucatán, el 25 y 26 de noviembre de 2020. Este se desarrolló en colaboración con el Gobierno de Yucatán y contó con la participación de especialistas, académicos, y funcionarios de más de 25 países, uniendo los campos de la IA, conservación y cambio climático en la búsqueda de soluciones comunes, optimizar los esfuerzos para su protección y activar la economía de las comunidades dentro y fuera de los ecosistemas.
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Esta iniciativa ha reunido en menos de un año el apoyo de más de 20 instituciones y ha sido reconocida como uno de los proyectos ganadores en la edición 2020 del Paris Peace Forum (Foro de París sobre la Paz).
El pasado jueves 4 de febrero, la iniciativa mexicana anunció que realizará su segundo foro global al finalizar el 2021, donde los principales promotores de esta iniciativa se reunirán de manera física y virtual en Dajla, Marruecos, país que se eligió por ser líder en dos grandes esfuerzos: la cantidad de hogares que usan electricidad cuya fuente de energía es el sol, y son los proveedores de más del 80 por ciento de los fertilizantes del planeta, un tipo adecuado de fertilizantes para cada tipo de suelo y cultivo.
Este foro reunirá a expertos de todo el mundo, especialistas en imagenología satelital, BigData, sistemas complejos, diversas ramas de la biología, economistas, expertos en turismo sustentable, por mencionar algunos.
Esta iniciativa tiene como base tres propósitos principales:
- Explorar al máximo las posibilidades de la Inteligencia Artificial para apoyar la conservación de nuestros recursos naturales.
- Optimizar los esfuerzos para protección las áreas de conservación de la naturaleza.
- Activar la economía de las comunidades que se sitúan alrededor de las reservas naturales.
De igual forma presentan sus tres líneas de acción:
- Laboratorios vivos de IA para la conservación: Se explorará el uso de la IA para fortalecer la protección y gestión de las reservas naturales públicas y privadas en torno al planeta.
El objetivo es crear una red de Living Labs de reservas naturales para aprovechar las nuevas tecnologías y ampliar y acelerar sus esfuerzos de conservación. Se creará un paquete de IA para empoderarlos con herramientas de diversas fuentes tecnológicas que puedan adaptar a sus necesidades como: soluciones impulsadas por IA (software), soluciones de monitoreo ambiental (hardware) y la formación para integrar sus propios sistemas y realizar su propio análisis de datos.
- Una plataforma de aprendizaje global para compartir las mejores prácticas, tecnologías y recursos: Esto incluye foros mundiales anuales de alto nivel, transferencia de tecnología, así como la creación de una red global que ayude a salvar silos entre los campos de la innovación tecnológica, el clima y la conservación.
- Un grupo de datos abiertos para la capacitación en IA y la contabilidad del carbono: Permitirá capacitar en modelos para acelerar las soluciones de conservación y restauración del mundo, se está colaborando con los principales grupos de Inteligencia Artificial para ayudar a acelerar la disponibilidad de datos y desarrollar los modelos abiertos más eficaces basados en contextos locales, así como proporcionar una alternativa viable para la contabilidad del carbono azul para los ecosistemas terrestres.
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