Rusia pretende sancionar a los ciudadanos y las empresas que utilicen los servicios de Internet satelital occidentales como Starlink, de SpaceX, y OneWeb. Una ley propuesta en la cámara baja del órgano legislativo de ese país establece multas de hasta 13.500 dólares para quienes eludan el sistema de control de telecomunicaciones nacional.
Las constelaciones de satélites que emergen en Occidente son una amenaza para Rusia. El Director general de la Roscosmos, Dmitry Rogozin, considera que Starlink es una compañía que responde a fines militares de los Estados Unidos. El funcionario estatal califica a la empresa de Elon Musk como "depredadora, inteligente, poderosa y de alta tecnología".
Sin embargo, esta no ha sido la única crítica de Rogozin hacia Washington. Según Ars Technica, él también se ha pronunciado en contra de las acciones de la NASA y del Departamento de Defensa de los Estados Unidos que han subsidiado a SpaceX con contratos gubernamentales llevando a bajar los costes de lanzamientos privados en comparación con otros proveedores.
La ley impulsada en la Duma Estatal de Rusia (Cámara Baja) establece multas de entre 10.000 y 30.000 rublos (135-405 dólares) para los ciudadanos y de 500.000 a 1 millón de rublos (6.750 a 13.500 dólares) para las empresas que se conecten a Internet satelitalmente a través de proveedores occidentales, según un informe de la revista Popular Mechanics.
Rusia no quiere que se le escape ni un byte
Es curioso que el país transcontinental también prohíba a una compañía a la que le ha ofrecido sus servicios de lanzamiento. Estamos hablando de OneWeb, quien a través de la Soyuz ha lanzado su constelación satelital y aún tiene varios programados desde Baikonur (Kazajistán), y Vostochny (Rusia).
Rusia se encuentra trabajando en su propia constelación de Internet satelital llamada "Esfera". Estimaciones hablan de un presupuesto de 20.000 millones de dólares para montar un sistema funcional. Esto va mucho más allá de lo que el país destina para Roscosmos, que recibe unos 2.400 millones de dólares al año.
Sin embargo, esta es una de las tantas iniciativas en las que Rusia trabaja para para mantener controlado el tráfico de datos en su territorio. Entre sus proyectos se encuentran algunos tan drásticos como su propia red nacional de Internet llamada "RuNet".