La compañía SpaceX puso en el espacio este martes 58 satélites de su proyecto Starlink para crear una red de internet de alta velocidad a nivel global, además de tres satélites de observación terrestre SkySats de la compañía Planet.
Los satélites se separaron del cohete reutilizable Falcon 9 lanzado desde la base aérea de Cabo Cañaveral (Florida) a las 10.31 hora local y fueron puestos en órbita por el propulsor situado en la punta del cohete sin problemas.
Se trata de la misión undécima del proyecto Starlink y la sexta vez que la compañía propiedad de Elon Musk utiliza la parte principal de este Falcon 9, de 15 pisos de altura.
El cohete se posó menos de diez minutos después del lanzamiento en la plataforma “Of Course I Still Love You”, de SpaceX, situada en el Atlántico a unas 400 millas (643 kilómetros) al noroeste de Cabo Cañaveral.
Mientras, se desarrollaba la fase dos de la misión, en la que el motor de la punta del cohete puso en órbita los satélites, primero los de Planet y luego los de Starlink.
Estos últimos fueron liberados en el espacio unos 47 minutos después del lanzamiento.
Según la información facilitada por SpaceX durante la transmisión del lanzamiento, los SkySats, que pesan unas 242 libras (110 kilogramos), se van a sumar a una red compuesta ya por 18 de esos artefactos que obtienen imágenes de alta definición de la tierra.
Los 58 satélites Starlink lanzados hoy se agregan a los cerca de 600 ya en órbita. El anterior lanzamiento se llevó a cabo el 7 de agosto y con los 57 puestos en órbita ese día había 595.
Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX, afirma que se necesitan entre 400 y 800 satélites para lograr un mínimo de cobertura de la red de internet de alta velocidad.
El objetivo de esta red es proveer una internet veloz a lugares remotos y poco conectados de la Tierra y también a barcos y aviones.
SpaceX se ha apuntado un gran éxito con la misión Demo-2 realizada por la cápsula Dragon Endeavour, que llevó a los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley a la Estación Espacial Internacional (EEI) y los trajo de vuelta a Tierra.
El 2 de agosto la cápsula cayó de manera controlada a las aguas del Golfo de México tras un viaje de regreso de 19 horas desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
La histórica misión Demo-2, que se inició a fines de mayo en Cabo Cañaveral (Florida), sirvió para certificar la capacidad de SpaceX para realizar viajes espaciales comerciales.
El viaje de Behnken y Hurley fue el primero desde suelo estadounidense y en una nave comercial hasta la EEI desde que en 2011 concluyó el programa de transbordadores de la NASA.
Si el viaje de ida fue histórico, el de regreso también, pues esta fue la primera vez en 45 años que la gente pueda contemplar el amerizaje de una nave espacial.
Para el 23 de octubre está fijado el primer viaje operativo de la cápsula Dragon Crew a la EEI, con cuatro astronautas a bordo.
En 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de 6.800 millones de dólares para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en 2011.