RoomieBot COVID-19, un robot mexicano capaz de medir la temperatura y el oxígeno en la sangre e interactuar verbalmente con pacientes para identificar síntomas de coronavirus, ya opera en entidades bancarias, supermercados y, próximamente, en un hospital público.
Tal y como sucede en la ciencia ficción, la pandemia por coronavirus ha llevado a que hoy la interacción entre humanos y robots sea natural y más aún cuando la mejor barrera de contagio es evitar el contacto social.
“La pandemia abre los ojos de las organizaciones para darnos cuenta que se requieren robots para evitar el contacto de uno a uno”, dijo a Efe Aldo Luévano, CEO de Roomie, la firma de ingenieros mexicanos que desarrolló el robot.
Luévano explicó que con el apoyo de grandes empresas tecnológicas buscan demostrar que el desarrollo de este tipo de tecnologías y la implementación de la robótica es posible en México y por ello desarrollaron, en apenas dos semanas, un robot capaz de ayudar en el diagnóstico de coronavirus.
La compañía trabajó con dos infectólogos y se apoyó en tecnología de Intel, que provee soluciones de procesamiento e inteligencia artificial par analizar grandes cantidades de datos, y de Amazon Web Services, que otorga la nube, el aprendizaje automático y el análisis e identificación de personas y lugares a través de Amazon Rekognition.
Una pandemia para desarrollar robots
Luévano explicó que la empresa lleva seis años en México en el desarrollo de robots humanoides para asistencia en sectores como turismo, retail y bancos y que la pandemia les dio la oportunidad de crear un robot para ayudar a las instituciones médicas públicas y privadas a atender a posibles casos de pacientes con coronavirus.
“(El robot) está programado para realizar el triage hospitalario”, comentó. Sin embargo, dijo que no busca ni puede hacer un diagnóstico, solo orienta a las personas a saber si son sospechosos de padecer coronavirus.
El Roomiebot COVID-19 está equipado con tecnologías para detectar posibles casos de coronavirus y por ello fue desarrollado en conjunto con dos infectólogos.
Luévano explicó que esta herramienta viene equipada con un termómetro y un oxímetro que permite la detección de disnea, o falta de aire, una afectación común entre los pacientes que padecen la enfermedad.
La idea, señaló, no es reemplazar al personal médico, sino agilizar el proceso de atención de posibles pacientes.
Con esta herramienta, detalló, lo que se busca es evitar el colapso de las instituciones médicas por falta de personal dejando que la primera línea de contacto sea un robot que, en caso de detectar síntomas en un paciente, lo pueda canalizar de forma efectiva.
El robot es capaz de identificar síntomas como tos, cefalea, artralgias, mialgias, odinofagia, rinorrea, conjuntivitis y dolor torácico y también puede obtener datos demográficos o clínicos para identificar pacientes con mayor riesgo por enfermedades preexistentes.
Llegará a hospitales mexicanos
La necesidad de evitar el contacto entre las personas para no generar más contagios, dijo Luévano, obligará a que, en poco tiempo, este tipo de modelos ayuden en la desinfección de espacios como hospitales o lugares de trabajo, en la entrega de paquetes o en el apoyo de información sin contacto humano, minimizando el riesgo.
“Desde temas de delivery (reparto) de medicinas y comidas, a temas de robots que puedan censar respuestas. Se necesita tener casos de uso y tecnología contactless (pago sin contado)”, afirmó.
Destacó que en este momento la firma mexicana tiene la capacidad para desplegar 100 robots que pueden ser usados en hospitales, empresas y aeropuertos, y se espera que en unas dos semanas ya tengan presencia en por lo menos un hospital mexicano.
Luévano detalló que en el caso de Roomiebot COVID-19 la firma está dispuesta a operar en el modelo de coinversión, en el que la institución médica cubra algunos gastos de la materia prima del robot para permitir que su uso e impacto se expanda de forma acelerada, no solo en México sino en otros mercados.
Señaló que, si bien es alto el costo de inversión, esto no se comparará nunca con el valor de una vida humana.
“Los robots llegaron no para sustituir a humanos sino, en este tipo de pandemias, para darles un valor a las personas”, concluyó.