En los últimos 10 años, Netflix ha liderado una revolución en la forma en que el mundo consume entretenimiento... y con esto 'hizo suyo' Wall Street.
Las acciones de la tecnológica se han disparado casi 4 mil 100 por ciento desde finales de 2009, ganancia que en un momento convirtió a Netflix en una compañía más grande que Walt Disney por valor de mercado.
Ningún otro integrante del índice S&P 500 ha experimentado un rendimiento similar al de Netflix en esta década: el segundo mejor desempeño, el de MarketAxess Holdings, ha subido alrededor de 2 mil 600 por ciento.
En tanto, el S&P 500 subió aproximadamente un 190 por ciento en los últimos 10 años, muy por debajo de Netflix.
El avance refleja una transformación en toda la industria audiovisual, una tendencia en la que Netflix ha estado a la vanguardia.
Si bien la compañía introdujo por primera vez el streaming bajo demanda en 2007, fue hasta 2013 que se convirtió en una parte central de la identidad de la compañía con el debut de House of Cards, un thriller político de alto perfil y gran presupuesto que duraría seis temporadas y que fue nominado para docenas de premios Emmy. La mayor parte del crecimiento de Netflix en la década se produjo a raíz del lanzamiento de esta serie.
El impacto del streaming en la industria del entretenimiento no es una exageración. Las cadenas de cines han luchado contra esta nueva forma de competencia, mientras que la industria del cable se ha enfrentado a un éxodo de personas que abandonan la televisión tradicional.
Roku, que opera como una plataforma para servicios de streaming, pronosticó recientemente que los ingresos publicitarios relacionados con esta forma de transmisión pronto eclipsarán los de la televisión tradicional, mientras que incluso las compañías que no son medios como Facebook y Apple han estado haciendo inversiones en contenido original en un intento por mantener a los usuarios en sus 'ecosistemas'.
Netflix no fue la única compañía de streaming en la última década (los rivales notables incluyen a Hulu y Prime Video de Amazon), pero los clientes acudieron en masa a sus servicios: su base de suscriptores globales se expandió de menos de 45 millones a principios de 2013 a más de 166 millones en el último trimestre. El crecimiento internacional ha sido un foco importante para la empresa.
La perspectiva de Netflix para la próxima década parece mucho menos estable, en gran parte porque se enfrenta cada vez más a rivales que reconocen el valor de los derechos de transmisión de programas populares como Friends y The Office. En septiembre, Netflix anunció que había ganado los derechos mundiales de Seinfeld; se informó que el acuerdo se valoró en cerca de 500 millones de dólares, lo que se sumó a la inquietud de los inversores por los costos de contenido de Netflix.
Las preocupaciones sobre la competencia y el potencial de Netflix para aumentar aún más su base de usuarios han contribuido a cierta debilidad en las acciones en los últimos meses. Si bien los papeles subieron más de 20 por ciento en 2019, eso representa la ganancia más pequeña de las llamadas acciones de FAANG, un grupo que también incluye a Facebook, Apple, Amazon y Alphabet, matriz de Google. Mientras otras acciones tecnológicas de megacapitalización establecen récords, Netflix ha caído un 21 por ciento desde los máximos establecidos en julio de 2018.
Una prueba clave para las acciones llegará a fines de enero, cuando Netflix informe sus resultados del cuarto trimestre. Será el primer informe de ganancias desde el lanzamiento en noviembre de 2019 del servicio de streaming Disney+, que atrajo a millones de suscriptores de inmediato.
Los inversionistas de Netflix se han visto afectados por el impacto de esa competencia; en tanto, la empresa verá el próximo año aún más participantes en el espacio de streaming, incluidos NBCUniversal de Comcast y WarnerMedia de AT&T.