Chris Hugues, uno de los cofundadores de Facebook publicó una editorial en el New York Times donde argumenta que el tiempo de Facebook ha llegado a su fin y que la red debe ser disuelta para proteger a sus usuarios y elevar la competencia en el mercado.
Hughes ganó mil millones de dólares cuando vendió sus acciones de Facebook en 2012 y fue el encargado de posicionar al expresidente Barack Obama en redes sociales durante su campaña en 2008.
En el texto publicado por el NYT, el empresario argumenta que el escándalo de Cambridge Analytica fue decisivo para Facebook y que la red social se ha vuelto, mal que bien, peligrosa. Según la publicación:
“…la reputación personal de Mark y la reputación de Facebook han caído en picada. Errores de la empresa: las prácticas de privacidad descuidadas que dejaron a decenas de millones de datos de usuarios en el regazo de una consultora política; la lenta respuesta a los agentes rusos, la retórica violenta y las noticias falsas; y el impulso ilimitado de captar cada vez más nuestro tiempo y nuestra atención: domina los titulares. Han pasado 15 años desde que cofundé Facebook en Harvard, y no he trabajado en la compañía en una década. Pero siento una sensación de ira y responsabilidad”.
Desde luego Hughes, no se equivoca y el problema es que Facebook está más preocupado por evadir esta responsabilidad a través de sus políticas y las ediciones que realiza constantemente a sus contratos de privacidad, que en atender realmente las necesidades de sus usuarios. Por eso, el cofundador de la red social argumenta que Mark Zuckerberg creó un Leviatán.
Dice Hughes:
“No culpo a Mark por su búsqueda de dominación. No ha demostrado nada más nefasto que el ajetreo virtuoso de un empresario talentoso. Sin embargo, ha creado un Leviatán que restringe el espíritu empresarial y restringe la elección del consumidor”.
Además, no sin razón, dice que es peligroso que Mark Zuckerberg sea dueño de tres de las empresas de comunicación digital más importantes:
“Controla tres plataformas de comunicaciones principales, Facebook, Instagram y WhatsApp, que miles de millones de personas usan todos los días. La junta de Facebook funciona más como un comité asesor que como un supervisor, porque Mark controla alrededor del 60% de las acciones con derecho a voto. Mark solo puede decidir cómo configurar los algoritmos de Facebook para determinar qué ven las personas en sus Noticias, qué configuración de privacidad pueden usar e incluso qué mensajes se entregan. Establece las reglas sobre cómo distinguir el discurso violento e incendiario del ofensivo, y puede optar por cerrar a un competidor al adquirirlo, bloquearlo o copiarlo”.
El texto es ahonda en detalles que se enfocan más o menos en lo mismo: decirle adiós a Facebook y Chris Hughes hace un llamado a apoyar las iniciativas del senado estadounidense en contra de los monopolios y su pronta regulación.
FUENTE: The New York Times