Investigadores de la Universidad de Tokyo desarrollaron este robot que puede adquirir varias formas.
Siempre que pienso en drones, pienso en la película Interstellar yde Christopher Nolan y en Matthew McConaughey persiguiéndolos como si se tratara de un futuro perdido. Por fortuna todavía falta algún buen tiempo para que los drones vaguen solos por el mundo y mientras eso pasa, en algunos lugares abandonan las tendencias de crear cuadricópteros y aviones, para dar paso a cosas más ingeniosas.
Los investigadores de la Universidad de Tokio crearon un drone que, wait for it…, parece un dragón oriental al puritito estilo de Shenlong y su nombre es, sí, DRAGON drone.
El drone utiliza una serie de módulos con un par de ventiladores como impulsores en cada uno de los conductos para ayudarlo a maniobrar en el aire. Cuando los propulsores cambian de dirección, el DRAGON drone es capaz de adoptar distintas formas de acuerdo a las necesidades de los usuarios y puede enroscarse o, por ejemplo, estirarse.
Moju Zhao, profesor asistente de la Universidad de Tokio, declaró para Digital Trends:
“DRAGON no tiene que contactar con el suelo, por lo que la libertad de movimiento es más alta que otros robots multi-vinculados desde dos aspectos: movilidad y capacidad de manipulación”.
Esto significa que el robot puede moverse por entornos más complejos y pasar por espacios más estrechos que un drone tradicional, lo cual sería útil para situaciones de inspección o rescate. Y también, que el drone es, como lo describe Moju Zhao, una especie de “brazo humano volador”, por le permite una mayor manipulación que los vehículos no tripulados tradicionales.
De momento el drone sólo se mantiene en el aire tres minutos, aunque esperan mejorar este aspecto en un futuro y, según sus creadores, puede admintir hasta 12 módulos vinculados.
El sueño de Zaho y su equipo es que en un futuro puedan crear el primer humanoide volador, “como un Iron Man no tripulado”.