El volcán Etna se encuentra en la costa este de Sicilia, Italia, entre las provincias de Mesina y Catania. Mide aproximadamente 3,322 metros y se trata del volcán activo con mayor altura de la placa tectónica Euroasiática.
Etna es famoso por su intensa actividad volcánica que le precede desde tiempos inmemoriales: la primera erupción conocida fue registrada por el antiguo historiador Diodoro Sículo. Pero una de las más recordadas ocurrió entre marzo y julio del año 1669, cuando el volcán expulsó más de 830 mil metros cúbicos de lava, obligando a los habitantes de Nicolosi a abandonar la villa. Días después todo fue caos. Se abrió una fisura de 9 km de largo y la actividad se desplazó hacia la hendidura dando paso al Monti Rossi. La lava seguía bajando y terminó por sepultar Nicolosi y dos aldeas más.
Una de las erupción más recientes del Etna fue la de aquella noche del 4 de enero de 2012, cuando una lluvia de cenizas que provocó varios problemas en el aeropuerto de Catania. Desde enero de este año, el volcán volvió a presentar actividad y a finales de marzo sacó ríos de lava de un aterrador y maravilloso color rojo. Afortunadamente, Cory Turner, un miembro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, capturó la escena durante varias semanas con ayuda de un drone.
Gracias al video podemos ser testigos de la fuerza y el poder que tiene la naturaleza. No lo podemos negar, el espectáculo es bello y aterrador. Con razón hasta el poeta Virgilio lo describió con tanto ímpetu:
“Es este puerto grande y está libre del acoso/de los vientos, más cerca ruge el Etna en horrible ruina/y, si no, lanza hacia el cielo negra nube/que humea con negra pez y ascuas escendidas,/y forma remolinos de llamas y lame las estrellas;/otras veces se levanta vomitando piedras y las entrañas/que arranca del monte y al aire con estruendo amontona/masas de roca líquida y hierve en el profundo abismo.”
FUENTE: Cory Turner