Los robots no son el futuro, son el presente y ocupan, día a día, puestos importantes en todo tipo de industria. Un día llegará el punto en el que sustituyan a los trabajadores humanos, por lo que el desempleo (en lo que se acopla de nuevo el mundo a esta revolución industrial) será muy alto y habrá que hacer algo al respecto. Bill Gates, está muy consciente de ello y es por eso que propone que los robots paguen impuestos, compensando con ello los puestos de trabajo que reemplazan.
“Es muy malo si en general la gente siente más miedo que entusiasmo por lo que pueda causar la innovación. Eso significa que ya la gente no podrá determinar las cosas positivas que puede hacer. Y los impuestos son, sin duda, una mejor manera de manejarla que simplemente prohibir algunos aspectos de ella”, afirmó el filántropo.
La idea de Bill consiste en que el impuesto que cobré a los robots (o mejor dicho a sus dueños) sea similar al que ya se le aplica a los trabajadores humanos y que se destine a las comunidades donde los robots han tenido un impacto “particularmente grande” en la pérdida de empleos humanos y en la creación de nuevos.
Pero no todo sería bueno. Gates ve en el cobro de impuesto robótico la ralentización de la automatización en las empresas (que no quieran pagarlo), pero afirma que a mediano y largo plazo se hará manejable.
Actualmente el uso de robots no genera un gravamen específico en ningún lugar del mundo. De acuerdo a ABC, el Parlamento Europeo, que ya rechazó en su momento una tasa para robots, proponiendo a cambio una regulación sobre la creación y distribución de robots en puestos de trabajo, lo que incluye multas en caso de que se infrinja tal normativa.
El cambio de mano de obra humana por metálica es imposible de negar ¿Qué pasará? Es pronto para decirlo, pero la discusión es bienvenida y necesaria. | CE