Siempre he estado convencido de que comprar un libro es una inversión. Infortunadamente, en México existen varias circunstancias que impiden a la gente adquirir libros: falta de recursos, alto costo y poca publicidad, por ejemplo. Ello ha provocado que el libro sea visto como objeto de lujo.
Hace diez años inició un proyecto que este 2017 cumple su edición número once. Se trata del Gran Remate del Auditorio Nacional, creado para que los libros que salían de las librerías no fueran destruidos, sino puestos al alcance de la gente a precios accesibles.
A propósito de ello, en esta ocasión la recomendación no es una obra, sino que me permito invitar a los lectores a aprovechar los descuentos y las obras que son ofertadas en ese evento, que si bien inició el pasado martes 11 de abril, concluirá este 18. Es decir, aún pueden acudir hoy lunes y mañana martes.
He leído a más de una persona que se queja de que en el Gran Remate no encuentra buenos precios ni buenas obras. Como dicen, para gustos, los colores. Entre miles y miles de libros que son expuestos en el lobby del Auditorio, hay al menos uno para cada lector.
La curiosidad lleva a descubrir. Si alguien contempla la visita, como experiencia personal recomiendo que lo haga con tiempo y armarse de mucha paciencia para recorrer cada stand, pues nunca se sabe en dónde «saltará la liebre». Es necesario observar a detalle, detenerse en cada espacio, aun cuando parezca que no tiene mucho por ofrecer, ya que en el sitio menos imaginado es posible hallar verdaderas joyitas literarias.
Hay quienes van directo a sus editoriales preferidas o distribuidoras que ya conocen. Sin embargo, hay otros sitios, desconocidos, en donde el asistente encuentra ofertas que no se pueden creer.
Los exponentes están obligados a ofrecer productos con descuentos que van del cincuenta al ochenta por ciento. Los libros que ofertan están descatalogados o salieron de circulación de las librerías y lo mismo hay nuevos que usados a excelentes precios.
La variedad es amplia: el asistente hallará obras técnicas, jurídicas, infantiles, juveniles, clásicas y otras tantas de todos los géneros. No es difícil encontrar autores de culto, populares y poco conocidos. Entre montones y montones de libros, siempre «brinca» uno y encuentra a su lector.
Aunado a la venta de libros, hay charlas, lecturas, cuentacuentos y un sinfín de actividades para niños: es común observar familias enteras recorrer los cientos de lugares en busca de algo de su agrado. Además, no sólo se puede adquirir libros a cambio de dinero: hay un trueque que permite hacerse de hasta tres ejemplares por persona, siempre y cuando los libros que dejará en intercambio estén en buen estado.
Autores conocidos y desconocidos, de culto y populares, todos caben en uno de los eventos más relevantes del mundo literario de nuestro país, que se ha convertido en visita obligada cada año, puesto que es difícil que el asistente salga con las manos vacías.
Así pues, queda la invitación para aprovechar los dos últimos días de este 11º Gran Remate de Libros del Auditorio Nacional.