Nominada a Mejor Director en los Premios Oscar 1989, la película "La última tentación de Cristo", de Martin Scorsese, llega al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con la presentación de su protagonista, Willem Dafoe.
En charla con los medios previo a la exhibición del filme, Dafoe dijo respecto al guión que Scorsese llevó a la pantalla grande, basado en la novela homónima de Nikos Kazantzakis, que "no deberíamos sentirnos tan atemorizados de una interpretación distinta".
En la trama, Jesús, joven carpintero de Nazaret, decide atender la llamada de Dios. Se retira al desierto y reúne seguidores, difundiendo una doctrina de amor y redención.
No obstante, las dudas lo asaltan y cuando llega el momento del sacrificio supremo, una manifestación sobrenatural le muestra una alternativa al dolor y el sufrimiento.
El actor dijo que la respuesta "ha sido diferente en cada país, pero quedó muy claro que había un esfuerzo organizado para impedir que la película fuera vista. En varios lugares de Europa y de Estados Unidos no fue necesariamente la Iglesia católica la que lo impidió".
"Yo me sentí mal, porque me encantó hacer esa película. Es muy fuerte y me sentí mal de que fuera bloqueada (...) Entiendo por qué lo hicieron, se retoma la historia y se tiene una distinta interpretación que no está muy apegada a la enseñanza literal de las cosas, y eso altera mucho, se piensa que se va a lastimar su cultura, su fe o se ve como una amenaza", expresó.
Contrario a los discursos que se ocuparon para vetar la película, Dafoe aseguró que, en su opinión, se trata de "una producción muy católica, simplemente tiene una investigación distinta; no es una interpretación tradicional, es producto de la imaginación, otra versión y consideración".