El actor James Franco ha publicado un artículo de opinión en el«Washington Post» en el que defiende y da un espaldarazo a la cadena de comida rápida McDonald's, como si de una persona se tratara. Franco recuerda que fue gracias a los meses en los que trabajó en la cadena que pudo sobrevivir por cuenta propia cuando empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la actuación.
Franco ha publicado el artículo tras conocerse los malos resultados económicos de la empresa, que plantea una reestructuración para hacer frente a la competencia. «Espero que su estrategia funcione. Lo único que sé, es que cuando necesité a McDonald’s, estuvo allí para mí, cuando nadie más lo hizo», escribió.
El actor ha escrito que cuando se mudó a finales de los años 90 a Los Ángeles para perseguir su sueño de ser actor, sus padres le cortaron toda la ayuda económica. Fue despedido de una cafetería y un campo de golf y no encontraba ningún trabajo relacionado con la actuación.
«Alguien me preguntó si yo era demasiado bueno como para trabajar en McDonald’s. Yo estaba persiguiendo mi sueño pero definitivamente no era demasiado bueno como para trabajar ahí. Fui al más cercano y me contrataron el mismo día», ha relatado el actor.
Franco, de 37 años, señala que empezó a trabajar en la ventanilla del «auto-mac», y que aprovechó el contacto con los clientes para practicar acentos. «Aunque mis acentos eran muy malos (de Brooklyn, italiano, británico, irlandés, ruso o del sur), las personas lo encontraban bien, persuasivo», ha relatado el actor, que confiesa que incluso recibió una oferta para dictar clases particulares de italiano, aunque él no sabía el idioma.
Aunque había sido vegetariano el año antes de entrar a trabajar en la cadena de comida rápida, Franco ha confesado que empezó a comerlas hamburguesas con queso que debían ser tiradas a la basura porque habían pasado más de los siete minutos reglamentarios en la bandeja de espera.
Franco ha escrito que logró ver, con desprecio, cómo los clientes pierden el respeto por los empleados de la cadena. Tras tres meses en el restaurante, Franco logró su primer contrato, aparecer un comercial de Pizza Hut para la Super Bowl, que al ser una gran producción, pudo empezar a vivir de ello.
«Me trataron bastante bien en McDonalds. Y, al igual que la comida, el trabajo estuvo más disponible que cualquier otra cosa. Cuando tuve hambre de trabajo, alimentaron eso. Todavía me encanta la sencillez de la hamburguesa de McDonald y sus papas fritas saladas», ha dicho, aunque ha confesado que tras leer «Fast Food Nation», no suele fiarse de la calidad de la carne.
Se estima que uno de cada ocho estadounidenses ha trabajado alguna vez en su vida en McDonald's. La cadena contrata a más de 1.8 millones de personas en todo el mundo. [abc]