Considerado uno de los compositores más importantes en la historia de la música por innovar en la creación de sinfonías, cuartetos de cuerdas y conciertos para piano y orquesta, Ludwig van Beethoven es recordado a 190 años de su muerte, ocurrida el 26 de marzo de 1827.
Reconocido por mezclar instrumentos y voces como ningún otro compositor, Ludwig Van Beethoven nació en Bonn, Alemania. Aunque no se sabe la fecha exacta de su nacimiento, se cree fue el 16 de diciembre de 1770 porque fue bautizado el 17 de diciembre de 1770 y por ley en aquella época se bautizaba a los niños 24 horas después de su nacimiento.
Se ha dicho en varias ocasiones que su nacimiento fue en 1772, fecha que sostenía el mismo compositor, pero la explicación para esto es que su padre le hizo creer que era dos años menor de lo que realmente era para presentarlo como el niño prodigio, y desplazar así a Mozart.
Beethoven era hijo de Maria Magdalena Keverich, una mujer de buenas costumbres, y de Johann van Beethoven, un mediocre cantante de la corte, conocido no por su talento sino por su alcoholismo. Tuvo también dos hermanos, llamados Casper y Johann.
Al morir el abuelo, también de nombre Ludwig, el matrimonio y su situación económica se deterioraron. “www.biografiasyvidas.com” señala que Ludwig y sus hermanos estaban mal nutridos y eran frecuentemente golpeados.
Su padre se esmeró en que el pequeño Beethoven aprendiera música de una manera que le afectó de por vida; los vecinos comentaban que Ludwig lloraba mientras tocaba el piano, ya que su padre lo reprendía a golpes por cualquier error que cometiera.
Con su padre aprendió a tocar el violín y el piano, quien le privaba del sueño con tal de mantenerlo despierto practicando, además tomó lecciones de órgano con varios organistas del pueblo: el pequeño Ludwig demostró no sólo aprender a interpretar sino a componer.
El 26 de marzo de 1778, su padre organizó el primer gran recital de Beethoven, que lo presentó como un niño de seis años (un año menor a su edad real), y a pesar de que Beethoven hizo una excelente presentación, no recibió atención del público.
Poco tiempo después asistió a la Escuela de Latín Tirocinium. No se le consideraba un estudiante brillante porque tenía problemas para entender las matemáticas y no sabía escribir ni leer bien (algunos biógrafos tienen la hipótesis de que era disléxico).
“La música viene a mí más fácilmente que las mismas palabras”, aseguró Beethoven en varias ocasiones y en 1781 abandonó la escuela para dedicarse a estudiar música con el organista de la corte Christian Gottlob Neefe, y sólo dos años después publicó su primera composición.
En 1784 su padre perdió la voz debido a su alcoholismo y al no poder mantener a su familia, Beethoven tuvo que convertirse en el hombre de la casa, así que solicitó trabajo como Asistente del Organista de la Corte, donde tenía un salario de 150 Florines.
Tres años después la Corte decidió mandarlo a Viena, que era la capital europea de cultura, para que pudiera estudiar música. Beethoven quería conocer y poder estudiar con Mozart (1756-1791), pero sólo unas semanas después volvió a Bonn porque su madre enfermó gravemente.
Cuando murió el Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico Joseph II, Beethoven tuvo el honor de componer “Cantata de la Muerte del Emperador Joseph II”, la cual no fue ejecutada por razones desconocidas, según datos de “www.biography.com”.
Tras la muerte de su madre y el estallido de la Revolución francesa, Beethoven volvió a Viena, donde se encontró con la noticia de que Mozart había fallecido y quien quedaba como el mejor compositor vivo era Joseph Haydn (1732-1809).
Beethoven tuvo la fortuna de tener como profesor de piano a Haydn, a Antonio Salieri (1750-1825) como profesor de composición vocal y a Johann Albrechtsberger (1736-1809).
Aunque aún no era reconocido como compositor ya era conocido por ser un gran pianista y pronto ganó el favor de varios ciudadanos aristócratas de Viena, quienes le ayudaron con fondos y recursos para que pudiera mantener su vida en Austria.
El 29 de marzo de 1795 Beethoven tuvo su gran debut; no se sabe con exactitud cuál fue el concierto para piano que ejecutó esa noche, pero algunos estudiosos creen que fue el “Concierto para Piano en Do M”.
Beethoven debutó como compositor con su “Sinfonía No.1 en Do M” en el Teatro Real Imperial de Viena el 2 de abril de 1800, a pesar de haber ganado el reconocimiento del público, el compositor detestaba su sinfonía pues consideraba que era “deficiente”.
En estos tiempos, Beethoven y toda Europa recibían asombrados al autoproclamado emperador de Francia Napoleón Bonaparte, un hombre al que Beethoven admiraba y con quien incluso se identificaba, y compuso la Sinfonía No. 3 “Heroica” en su honor.
Se sabe que desde los cinco años de edad Beethoven tuvo una infección en el oído que fue deteriorando su capacidad auditiva pero fue hasta 1801 que tuvo conciencia de que se podía quedar sordo por completo y se aisló del mundo porque le apenaba ser un compositor sordo.
“Debo confesar que por casi ya dos años he dejado de atender a cualquier función social, me es imposible decirle a la gente que estoy sordo; si tuviera otra profesión quizá estaría bien con ello, pero en mi profesión es una terrible desventaja”, escribió Beethoven a su amigo Franz Wegeler.
La gente comenzó a esparcir todo tipo de rumores sobre Beethoven, mismos que lo empujaron a aislarse aún más, se enamoró de una de sus estudiantes de piano Giulietta Giucciardi, amor tormentoso al que compuso “Claro de Luna” como proposición de matrimonio, pero Giulietta lo rechazó.
De 1803 a 1812 tuvo su periodo conocido como “medio” o “heroico” en el que compuso una ópera, seis sinfonías, cuatro conciertos a solo, cinco cuartetos de cuerda, cuatro oberturas, cinco sets de variaciones para piano, cuatro tríos y 72 canciones.
Sin importar lo espectacular de sus obras, la gente seguía considerándolo un raro y solitario, incluso llegaron a pensar que estaba paranoico. Se dice, por ejemplo, que una vez trató de romper una silla sobre la cabeza de Prince Lichnowsky, uno de sus pocos amigos.
Beethoven nunca se casó ni tuvo hijos, estuvo enamorado de Antonie Brentano, cuyo amor era imposible pues era esposa de uno de sus amigos; se dice que le escribió durante dos días una larga carta de amor que nunca envió.
Los tiempos difíciles continuaron para Beethoven con la muerte de su hermano Caspar en 1815; tuvo una batalla legal con su cuñada por quedarse con su sobrino Karl, de quien ganó su custodia.
En sus últimos años de vida, a pesar de su sordera y su difícil vida personal, Beethoven compuso sus mejores trabajos, incluidos “Missa Solemnis” (1824), “Cuarteto para cuerdas No. 14” y la novena y última de sus sinfonías, famosa por su final coral.
Ludwig van Beethoven falleció el 26 de marzo de 1827, a los 56 años de edad; sus múltiples padecimientos iban desde diarrea crónica, deficiencias arteriales y cirrosis hepática, aunque se sostiene hasta hoy que un tratamiento médico para la pulmonía a base de plomo fue lo que lo llevó a su muerte.