Ni sus 25 años de trayectoria, ni su experiencia para realizar papeles controversiales, facilitaron a Andrés Parra personificar a Hugo Chávez en la serie “El Comandante”, pues confiesa que al principio le dio pena meterse en la piel del expresidente venezolano.
Para poder entender a Chávez, Parra, quien ganó fama internacional por su rol de Pablo Escobar en la serie “Escobar, el patrón del mal”, tuvo que apoyarse de un método personal: estar por dos años analizando manías, gestos, actitudes y viendo por más de 400 horas el programa “Aló, presidente”, con el fin de apegarse lo más posible al expresidente de Venezuela.
“Seguí una metodología muy personal, es un proceso que normalmente parte de la fecha de nacimiento, y de ahí a ver qué dice el zodiaco; posteriormente pasamos a una charla de historia de Venezuela con periodistas, historiadores e intelectuales que nos empaparon a mí y a mis dos directores, Juan Felipe Cano y Henry Rivero, y eso terminó en una recomendación de tres libros.
“Lo que hago es tener resultados en dos colores: uno para los hechos históricos y otro para características de personalidad, mañas, hobbies y todo lo que me sirva a nivel interpretativo; esos libros llevaron a otros”, expresó el actor.
Además de hacer la psicología del personaje, Parra estuvo acompañado por el equipo de maquillaje, por lo que también se metieron en pruebas de color, en lentes de contacto, y ver si se hacían algunas modificaciones a las características físicas de Parra, como el tipo de nariz o labios.
“A mí me pasa con este tipo de personajes que al principio me da mucha vergüenza el personaje: me siento observado; después empiezas a perder el miedo, tener confianza… Tienes que pasar esta etapa del miedo, vergüenza y pena y ya al segundo o tercer mes ya sentí que todo estaba en su lugar. Los dos primeros meses fueron difíciles; Chávez era zurdo, es un personaje completo y muy complejo, por eso es muy rico de hacer, para los actores es como una sinfonía grande”, confesó.
En sus más de 25 años como actor, Parra no ha dejado se sentir miedo o presión, sobre todo al tratarse de una producción como la que se estrenará el próximo 31 de enero por el canal TNT en América Latina, bajo el cobijo de Sony Pictures Television.
“Yo pasé mucha pena y miedo, porque además la apuesta de Sony es así, me da el proyecto y al año vuelve a ver lo que yo hice, ése era el susto para mí, yo decía: Qué pasará cuando al año me digan ‘¿En qué estaba pensando? ¿Qué Chávez es ése? Eso no tiene nada que ver; yo lo tengo a usted un año (trabajando), ¿qué fue lo que hizo? ¿Se fue a pasear o qué?’ Eso era una presión muy fuerte para mí.
“En el proceso creativo no tuve ningún acompañamiento de dirección y lo único que tuve fue al equipo de maquillaje que estaba igual de perdido que yo, incluso me decía: ‘habla, habla’ y me daba pena… Tienes que romper la pena, entender que los primeros días de rodaje son horribles, el acento es lo menos importante; es el léxico, todas las muletillas que usa el venezolano, que para la serie es llanero”, indicó.
Al final, después de pruebas, de poder dominar al personaje, el colombiano agradece el reto de haber podido interpretar al expresidente –quien falleció, víctima de cáncer, en 2013–, pues dijo que lo hizo recordar las tablas en la actuación.
“Ha sido una experiencia fabulosa, yo me siento muy agradecido con la