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Protestan taxistas contra abusos de grúas
Una empresa tiene el monopolio de los autos robados que se recuperan; se quejan de las altas tarifas.
Transportistas denunciaron presuntos actos de corrupción en la Fiscalía General del Estado (FGE) para favorecer a la empresa "Grúas Aguilar" de Xochitepec con la prestación del servicio de arrastre y corralón de forma exclusiva para los vehículos que fueron robados y recuperados.
Los integrantes de la Confederación Libertad de Trabajadores de México, acompañados de la diputada federal por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Alejandra Pani Barragán informaron que existe un abuso en el cobro por el servicio que prestan las empresas dedicadas al arrastre y depósito de los automóviles.
Por ello, solicitaron al gobierno del estado que se regularicen los costos por dichos servicios y se cree una plataforma sobre la recuperación de vehículos robados.
Pedro Juan Cruz, representante de la Confederación, informó que al día registran el robo de hasta 15 unidades, de las cuales solo el 60 por ciento son recuperadas.
Sumado a las pérdidas económicas por la recuperación del vehículo, dijo que tienen que pagar cantidades "excesivas" para sacar la unidad del corralón.
"Es una problemática que enfrentamos los transportistas cuando somos víctimas de la delincuencia y nos roban nuestros somos revictimizados, ya que de alguna manera extraña, para no llamarle corrupción, todos nuestros vehículos van a parar a un solo corralón, ubicado en Xochitepec, y del municipio donde son localizados el traslado es muy largo y muy costoso, no pagamos menos de 10 mil pesos", manifestó.
La legisladora Pani Barragán dijo que podría iniciarse una denuncia a nivel federal por los presuntos hechos de corrupción que se registran con las empresas de arrastre y depósito y la FGE, pues la afectación no sólo es para el sector transporte, sino para la ciudadanía en general que requiere del servicio.
Refirió que junto con los representantes de la Confederación se reunieron con el comisionado estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, para revisar la situación y se comprometió a trabajar en la regularización de tarifas para todas las empresas, además de gestionar con la Fiscalía General del Estado que los vehículos recuperados sean depositados en el corralón más cercano y no sólo uno tenga la exclusividad del servicio.
PREFIERE NO PELEAR
En el servicio agarra parejo, para evitar problemas con los pasajeros.
Por la pandemia del covid-19 es obligatorio el uso del cubrebocas, pero a decir de Francisco, quien trabaja como operador del transporte público, en las comunidades que se rigen por usos y costumbres la gente se niega a creer en la propagación del virus y no usa el tapabocas.
El entrevistado reconoce que tiene miedo a contagiarse de covid-19 y de una sanción por parte de las autoridades. Sin embargo, no puede negar el servicio a los que no llevan puesto el tapabocas, porque la gente se le pone al tú por tú.
“La mayoría de las personas sí usan el cubrebocas, pero la gente que vive en Ocotepec, Ahuatepec y Villa Santiago, norte de Cuernavaca, no lo usa y no tiene caso negarles el servicio, porque no hacen caso y se ponen a pelear con uno; yo mejor me quedo callado”.
Agradece que hasta el momento no ha recibido ninguna sanción por llevar a pasajeros sin cubrebocas, pero cuenta que hace unos meses uno de sus compañeros fue multado con dos mil 400 pesos por esa situación.
Señala que por la emergencia sanitaria el servicio de transporte colectivo es escaso, por lo que tuvo que solicitar un préstamo de 30 mil pesos para solventar gastos en su casa y comprar lo necesario para la alimentación de su familia, porque sus ingresos como chofer de ruta son insuficientes.
A decir de Francisco, hasta el momento no ha recibido ningún apoyo económico para enfrentar la crisis que dejó la pandemia. Solo recibió una despensa hace ya varios meses.
A la gente se le olvida usar el cubrebocas
De su labor señala que al día realiza entre diez y 15 servicios.
En la guantera de su taxi lleva una bolsa con cubrebocas desechables para obsequiar y no negar el servicio a los clientes que olvidan usar cubrebocas cuando salen a realizar diferentes actividades.
José Guerrero trabaja como chofer de taxi desde hace seis años y señala que por la emergencia sanitaria del covid-19 sus ingresos económicos son de entre 250 y 300 pesos diarios y, aunque es poco, debe alcanzar para que cada 15 días compre un litro de gel antibacterial y cubrebocas para sus clientes.
De los insumos de higiene que obsequia a los pasajeros que abordan su unidad, gasta alrededor de 80 pesos en el alcohol gel y 100 pesos en los tapabocas.
“Hasta ahorita no ha sido necesario negar el servicio porque la mayoría de los pasajeros usan el tapabocas, pero hay algunos que por diferentes razones se les olvida. Yo les regalo uno desechable; aunque mis compañeros me han dicho que en algunos casos les ha tocado gente agresiva que se niega a ponérselo porque no cree en el virus”.
El entrevistado refiere que algunos días entrega hasta dos tapabocas a sus clientes durante su jornada laboral, porque las personas lo olvidan. Al menos así lo observó hace unas semanas en la temporada del Buen Fin, cuando la gente salía con prisa y olvidaba su cubrebocas.
De su labor, platica que por la pandemia del covid-19 la clientela es escasa, por lo que con mucho esfuerzo realiza entre diez y 15 viajes, en jornadas que empiezan desde las seis de la mañana y acaban hasta las nueve de la noche toda la semana. Por ese motivo tuvo que solicitar dos préstamos, porque su vehículo se descompuso, además de que también necesitaba dinero para solventar gastos en el hogar.
Juan pide a la gente que sea consciente y que, si no es necesario salir, que se quede en casa, para reducir la movilidad y el número de contagios, a fin de poder avanzar en el color del semáforo sanitario.
Taxistas de Mazatepec languidecen por la pandemia
Siguen sin trabajo porque la población no sale a la calle.
Mazatepec. Derivado de la pandemia, los ingresos de los taxistas del municipio han disminuido hasta en un 50 por ciento y al menos 30 unidades se mantienen fuera de funcionamiento ante la poca afluencia de usuarios de esa modalidad de transporte, que en este lugar brinda servicio de colectivo.
Abimael Campuzano Santander, chofer del sitio de taxis del cerro del Venado, comentó que desde hace ya seis meses la afluencia de usuarios se ha reducido de manera considerable. "Se pararon las actividades y con ello nuestro trabajo, ya que la gente dejó de salir a la escuela y demás actividades. No hay celebraciones y la movilidad de personas ha sido mínima, para lo más indispensable. A pesar de que aquí no habido muchos casos (de covid) la gente sí se ha mantenido en sus casas, por lo mismo de que se han suspendido las actividades", dijo.
Agregó que ya poco a poco han regresado las unidades a laborar, luego de que hubo momentos donde hasta el 50 por ciento de los taxis pararon porque era más el gasto de operar. Además, muchos choferes dejaron de trabajar porque no salía ni la cuenta.
"Muy lento, pero nos vamos recuperando, pero definitivamente sí nos hemos visto muy afectados, hemos implementado medidas, pero la gente sigue resguardándose, no hubo actividades en el día de muertos y no hubo aumento de pasaje. Así estamos con la mayoría de las celebraciones tradicionales", insistió.
Mencionó que por la pandemia, los dueños de los taxis sí bajaron la cuenta en hasta un 30 a 40 ciento. En algunos casos tienen que dar 170 pesos, hay quienes dan 180 o hasta 200, pero antes de la pandemia se tenían que entregar de 230 a 250 diarios.
"Tenemos que trabajar, salir a buscar llevar el sustento a la familia, pero definitivamente nos hemos visto muy afectados, esperamos que poco a poco se vaya recuperando la actividad", apuntó.
Sufren taxistas asaltos en el mercado ALM
Amantes de lo ajeno se hacen pasar por clientes y se roban, incluso, las unidades.
Javier, quien trabaja como chofer de taxi, afirma que el cubrebocas es un arma de doble filo, porque si bien ayuda a prevenir contagios de covid-19, también es una máscara para que los asaltantes puedan hacer de las suyas sin ser reconocidos.
El entrevistado dice que desde que empezó la contingencia sanitaria, sus compañeros -que hacen base en el mercado Adolfo López Mateos- han sido víctimas de asaltos y robo de unidades por parte de personas que piden el servicio como cualquier cliente, pero antes de llegar a su destino sacan su arma para asustar al conductor y quitarle sus pertenencias y en ocasiones hasta el vehículo.
Javier, quien lleva más de 15 años en el servicio, explica que los amantes de lo ajeno aprovechan la contingencia sanitaria y con el cubrebocas se hacen pasar por clientes para no ser descubiertos.
Refiere que las personas piden el servicio principalmente a colonias ubicadas al norte de Cuernavaca o a municipios como Huitzilac.
"A nosotros nos afecta mucho la inseguridad porque de por sí no hay trabajo por la crisis económica y las personas aprovechan esta situación de la pandemia porque con el cubrebocas no se les ve toda la cara y eso es mejor para ellos, así ya no tienen necesidad de cubrirse el rostro".
Señala que solo en el primer andén del mercado Adolfo López Mateos se estacionan unos 100 taxistas para esperar clientes entre quienes salen del centro comercial, por lo que cuando ven a una persona sospechosa niegan el servicio y esperan a las amas de casa que salen con bolsas de mandado.
"Los que llevamos varios años trabajando en el mercado ya sabemos cuándo alguien viene con otras intenciones. Por ejemplo, si vemos a una señora que sale del mercado con sus bolsas llenas de frutas o verduras le ofrecemos el servicio porque es casi imposible que nos asalte, pero con los demás estamos a las vivas".
Entregan vales de gasolina a taxistas de Yautepec
El alcalde Agustín Alonso Gutiérrez encabezó la distribución, que benefició a alrededor de 600 trabajadores del volante de diversas agrupaciones.
Yautepec.- El alcalde Agustín Alonso Gutiérrez e integrantes del Cabildo entregaron vales de gasolina a alrededor de 600 taxistas de diversas agrupaciones del municipio, con la finalidad de seguir haciendo frente a la complicada situación económica por la que atraviesan los distintos rubros y sectores productivos, derivado de la pandemia por covid-19.
En entrevista, el alcalde llamó a los trabajadores del volante y concesionarios a continuar aplicando las medidas sanitarias de manera permanente, con el objetivo de disminuir el número de contagios por coronavirus en el municipio.
En esta ocasión, el alcalde realizó la entrega de vales de gasolina a cada uno de los taxistas que se dieron cita, como parte del compromiso por apoyar y atender las necesidades con las que cuentan en estos momentos en los que la economía se encuentra lacerada por la emergencia sanitaria.
“Hoy entregamos una vez más este apoyo a los amigos transportistas. Es un gran esfuerzo el que estamos realizando en el Ayuntamiento para llevar un poco de ayuda a las familias afectadas por esta pandemia”, destacó.
Finalmente recalcó la importancia de que tanto los operadores de las unidades de transporte público, así como la ciudadanía en general, continúen aplicando las recomendaciones sanitarias emitidas por las autoridades de Salud, tales como el uso obligatorio de cubrebocas, gel antibacterial, así como el de guardar la sana distancia.
Once taxistas de Morelos han muerto por covid-19
Aunado a la caída en el pasaje, los trabajadores del volante se exponen cada día a los contagios: Mata Alarcón.
Víctor Mata Alarcón, presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público, confirmó que 11 taxistas han fallecido por covid-19 y 23 más resultaron contagiados.
En entrevista, refirió que los choferes se contagiaron del virus haciendo su trabajo, y lamentablemente algunos no superaron la enfermedad.
“El gremio taxista ha sufrido el embate de la pandemia. Tenemos contabilizados muertos por covid once compañeros de la zona oriente y de la metropolitana durante los más de siete meses que lleva la pandemia”, refirió.
El líder transportista aseguró que todos los operadores están obligados a cumplir con los protocolos de seguridad sanitaria y como concesionarios les apoyan con los insumos, que son el gel antibacterial, cubrebocas y la sanitización de la unidad.
Sin embargo, se han registrado casos de covid-19 en el gremio, cuyos integrantes no cuentan con recursos para pagar un hospital privado y tampoco cuentan con seguridad social. "Hemos tenido que recurrir a la Secretaría de Movilidad para que nos consigan un espacio en el hospital Parres y agradecemos al secretario Víctor Mercado que nos haya apoyado", señaló.
"La verdad es que el gremio taxista ha sufrido primero por la disminución de pasaje. No logran sacar lo de la cuenta, no les alcanza para llevar el sustento a sus familias, y existe el riesgo de contagio entre ellos y contagiar a sus familias", agregó Mata Alarcón.
A pesar de las malas condiciones que enfrenta el sector, el presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público dijo que los operadores quieren seguir trabajando porque no hay empleo en otros sectores, derivado de la crisis económica que causó la emergencia sanitaria.
Denuncian acoso de policías de tránsito a taxistas
Líder de transportistas reconoce “pago de mordidas” para evitar multas “impagables”.
El presidente del Grupo Unido del Transporte en el Estado de Morelos "Independencia", Enrique Rodríguez Zagal, afirmó que a raíz de la emergencia sanitaria, policías de tránsito emprendieron una "cacería" en contra de los taxistas, que constantemente son detenidos y a cambio de no ser multados les cobran "mordidas".
El líder transportista acusó que los elementos de tránsito imponen multas impagables por faltas que en muchas ocasiones no cometieron y los choferes optan por pagar la famosa "mordida".
“Por no traer la licencia de conducir porque se le olvidó en su casa, le aplican una multa de 14 mil pesos. ¿Quién va a poderla pagar en la pandemia?" puso como ejemplo el líder transportista.
Señaló que estos hechos de corrupción se cometen principalmente en la zona metropolitana del estado, donde los policías se ubican en las vialidades más transitadas para detener a los taxistas y hasta los ruteros son víctimas de esos hechos de corrupción.
"Están buscando recaudar y la recaudación que no sabemos a dónde va, porque por un lado se busca recaudar y por el otro está el ‘moche’, el ‘entre’ para los policías", manifestó.
Rodríguez Zagal lamentó que no exista ningún tipo de apoyo para el transportista y, que pese a la situación económica, se le siga extorsionando.
Taxistas, afectados por la inseguridad y la pandemia
Los dueños del volante son asaltados en colonias al norte de Cuernavaca.
Para este año, Bernardo Bautista tenía planeado realizar un viaje junto con su familia. Sin embargo, por la contingencia sanitaria del covid-19 no lo realizó porque gastó sus ahorros en la alimentación de su familia y el pago de diferentes servicios, ya que sus ingresos como chofer de taxi disminuyeron hasta un 80 por ciento.
A pesar de que en las últimas semanas se observó mayor movimiento de personas en las calles, el entrevistado afirma que esto no se ha reflejado en el servicio de taxi, por lo que al día, con mucho esfuerzo, realiza entre diez y doce viajes, trabajando desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche.
“Hay movimiento en las calles, pero la gente no usa el taxi y hay días que pasamos horas esperando hacer un servicio. La situación está difícil y hasta la fecha no hemos visto los apoyos, y los ingresos de uno son muy pocos, que apenas alcanza para medio comer”.
Bernardo cuenta que en este año pensaba realizar un viaje con su familia para desestresarse un poco del trabajo, pero fue imposible porque sus ahorros los gastó en pagar servicios y comprar lo necesario para la alimentación de su familia.
De su labor, platica que, aunque no ha conocido a personas que se contagiaron con el covid-19, él se protege con cubrebocas y gel antibacterial porque no puede negar el servicio a quienes no usen los equipos de protección, pues no hay trabajo.
Además de la crisis económica, dice, sus compañeros taxistas han sido víctimas de la inseguridad, ya que en los últimos meses a varios choferes les quitaron su vehículo, dinero y celulares principalmente, en colonias ubicadas al norte de la ciudad.
Seis mil taxis, fuera de servicio por pandemia
Afirma Víctor Mata que fueron guardados ante la falta de pasaje por las medidas sanitarias; el dirigente enumera las penalidades de choferes y concesionarios.
Por la emergencia sanitaria, más de seis mil taxis que operaban en la zona metropolitana de Cuernavaca se encuentran guardados ante la baja afluencia de pasajeros, aseguró Víctor Mata Alarcón, presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público.
De acuerdo con el líder transportista, actualmente los ingresos diarios de un taxista son muy bajos, ya que un chofer obtiene aproximadamente 500 pesos, que deben distribuirse para el pago de gasolina y la cuenta que debe entregar al concesionario.
"Les viene quedando de ganancias 150 pesos y si hace sus dos comidas en la calle apenas y gana para su familia 90 pesos, que no son nada", manifestó Mata Alarcón.
Explicó que para el transporte, así como en todos los sectores, la situación económica es muy grave, por lo que más del 50 por ciento de los concesionarios optaron por guardar sus unidades hasta que la afluencia de pasajeros aumente.
"No hay manera de salir adelante y se habla que esto se puede alargar hasta marzo del próximo", manifestó el presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público.
Aunado a los bajos ingresos, dijo que a muchos concesionarios los ahogan las deudas con las agencias de automóviles, pues compraron sus taxis a crédito y desde hace más de cinco meses no han pagado su mensualidad. "Estamos hablando que algunos ya estaríamos terminando de pagar nuestro vehículo y ahora tendremos que pagar una sanción que se establece en el contrato", añadió.
“Hay más gente en las calles, pero no hay servicios”
La pandemia dejó a Jorge una deuda de 15 mil pesos.
Todos los días y desde muy temprano Jorge González recorre las calles de la ciudad a bordo de su taxi en busca de pasajeros porque, dice, la pandemia del covid-19 le dejó una deuda de 15 mil pesos que debe abonar poco a poco hasta liquidar.
Trabaja como chofer de taxi desde hace 15 años y para él es la primera vez que una contingencia sanitaria afecta de manera grave en su economía, tanto que durante los primeros tres meses tuvo que solicitar un préstamo de 15 mil pesos para solventar gastos como el pago de la renta, de los servicios básicos y para comprar la despensa para su familia.
Dice que cuando llegó la pandemia se quedó sin ingresos y aunque en las últimas semanas aumentó el movimiento de personas en las calles, para los taxistas la situación económica no ha mejorado, porque la gente que sale a trabajar utiliza el transporte colectivo, ya que es más económico.
Además, el entrevistado refiere que hay mucha competencia entre compañeros y también de conductores que ofrecen el servicio de transporte por medio de aplicaciones telefónicas, como Uber y Didi y porque hay quienes ofrecen precios de hasta 27 pesos por viaje.
“Nosotros nos sentimos abandonados porque no hay apoyos ni de dinero y menos en despensas, el gobierno dice ‘hay emergencia, no salgan de casa’, pero ¿qué comemos? Yo tuve que pedir un préstamo para comer en la casa y pagar la renta; ahorita hay más gente en las calles, pero no hay servicios”.
Señala que por la pandemia hay ocasiones que con mucho esfuerzo reúne el dinero para entregar la cuenta de 250 pesos a su patrón, por lo que él se queda con unos 80 o 100 pesos diarios, ya que además paga la gasolina.
Aunque la emergencia sanitaria afectó a la economía de las familias, dice que aprendió a valorar lo poco que tiene, hasta un taco de frijoles, y agradeció que tiene salud y fuerzas para seguir frente al volante.
Por la pandemia, su familia podría quedarse sin regalos de Navidad
Al día, el taxista realiza máximo 12 viajes.
Martín dice que cada año compra regalos para su esposa e hijos en Navidad, pero este año por la pandemia del covid-19 sus seres queridos podrían no recibir esos detalles, porque la situación económica está difícil y con mucho esfuerzo logra reunir 350 pesos diarios, de los cuales entrega un porcentaje para la cuenta y otro para la gasolina.
El entrevistado trabaja desde hace tres años como chofer de taxi y afirma que por la contingencia sanitaria la demanda del servicio bajó hasta en un 60 por ciento y al día apenas realiza entre 10 y 12 viajes, porque además hay mucha competencia.
“Desde que empezó la pandemia, el servicio está muy tranquilo. A veces termino de trabajar con 350 pesos (de ingresos) y de ahí entrego un porcentaje para la cuenta, pero hay días que no le doy ni un peso al patrón porque el dinero apenas alcanza para medio comer y comprar la gasolina, si no, no funciona el carro”.
Dice que durante los meses más fuertes de pandemia no recibió ningún tipo de apoyo y aunque después quiso solicitar un crédito para hacer frente a la crisis económica, su solicitud no fue aprobada porque sus ingresos son muy bajos.
Por lo anterior, refiere, trabajará horas extras para obtener mayores ingresos y ahorrar un poco de dinero, al menos para que su familia tenga una buena cena navideña.
Además, dice que en su casa también podrían quedarse sin altar sus fieles difuntos, porque además de que el dinero no alcanza, sería para cuidar las medidas de seguridad en la emergencia sanitaria.
Se hizo taxista en vísperas de la pandemia
Antes del confinamiento ganaba hasta 600 pesos al día, pero ahora apenas le alcanza para entregar la cuenta.
Antes de que llegara la pandemia del covid-19, Juan José Anaya tenía ingresos económicos de hasta 600 pesos diarios como chofer de taxi, por lo que pensó que podría ahorrar dinero para comprar un coche, lo que no logró hacer porque la contingencia sanitaria afectó la demanda en el servicio de transporte y a la fecha no ha podido recuperarse.
Estacionado en el zócalo de Cuernavaca, el taxista cuenta que la situación económica está difícil, porque hay días en los que no entrega la cuenta completa -que es de 250 pesos- a su patrón y solo le deja entre 130 y 150 pesos al dueño del auto, para poder llevar al menos 200 pesos para la alimentación de su familia.
Dice que lleva apenas un año en esa actividad y antes de la emergencia sanitaria sus ingresos eran de hasta 600 pesos. En cambio, hoy tiene que trabajar desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche para poder descansar los domingos junto a su familia.
“Cuando empezó la enfermedad (covid-19) no había nada de pasaje y algunos días que no me llevaba ni un peso, pero tenía que seguir porque tengo un bebé y necesita comer; tuve que limitarme en muchas cosas, no gastar dinero en la calle y comprar solo productos de la canasta básica, porque lo que menos quería era pedir un préstamo y luego no poder pagarlo”.
El entrevistado refiere que entre sus propósitos de Año Nuevo estaba el comprar un coche para su familia y aunque la contingencia interrumpió sus planes, logró unir a sus seres queridos y la situación le recuerda que es necesario mantener los hábitos de higiene para estar saludables, además de ahorrar y no gastar en cosas innecesarias.
De su trabajo refiere que hasta el momento no ha negado el servicio a personas que no usan los equipos de protección y aunque tiene miedo de un contagio no puede obligar a los demás a usar el cubrebocas. Sin embargo, él todos los días lava con cloro y agua su taxi y durante su jornada usa tapabocas y gel antibacterial.
Se quedó sin ahorros por culpa del covid-19
Ha pensado en pedir un préstamo, pero sus ingresos son de 100 pesos.
Aunque ayer fue día festivo, Nicolás Barrera salió a trabajar y a bordo de su taxi recorrió las calles del centro de Cuernavaca en busca de pasajeros, pero encontró pocos, porque dice que la escasa gente que había en las calles esperaba para tomar el transporte colectivo, porque es más económico.
Desde hace once años el entrevistado trabaja como chofer de taxi y afirma es la primera vez que sus ingresos económicos disminuyen tanto, que ha pensado en solicitar un préstamo, pero se arrepiente porque -dice- por la pandemia del covid-19 su situación económica podría empeorar, lejos de beneficiarse con un crédito.
De su trabajo, cuenta que por la contingencia sanitaria sus ingresos son de apenas 100 pesos diarios los cuales le alcanzan para medio comer, porque además debe destinar un porcentaje para el combustible.
“En el pasaje, de un 100 por ciento bajó hasta el 30 por ciento. La situación está muy fea y no sabemos cuándo va a mejorar, pero esperemos que sea pronto porque el dinero que tenía ahorrado ya se acabó y aunque he pensado en pedir un préstamo también pienso que en lugar mejorar, la situación podría empeorar”.
Dice que la ventaja que tiene es que es dueño del taxi, de lo contrario la situación sería más difícil, pues tendría que trabajar más para conseguir dinero para entregar la cuenta.
El entrevistado señala que su economía se ha visto más afectada por las clases en línea, ya que antes “su fuerte” era llevar y recoger a los niños de varias escuelas.
En su taxi lleva cubrebocas por cualquier emergencia
Para él, negar el servicio no es una opción.
Fernando lleva tres cubrebocas en la guantera de su taxi porque dice que se ha encontrado con personas que no llevan puesto el tapabocas y para evitar negar el servicio prefiere obsequiarles este equipo de protección contra el covid-19.
También lleva una botella de gel antibacterial y otra de sanitizante para ofrecerlo a los pasajeros, en caso de que lo necesiten.
De su trabajo cuenta que hay días en los que realiza hasta 15 servicios, pero en otros con mucho esfuerzo logra hacer 10 viajes, por lo que sus ingresos económicos son de apenas 200 pesos diarios.
“Yo no puedo negar el servicio porque el dinero hace falta, pero si veo que no traen el cubrebocas les pido que por favor lo usen y se lo ponen; me he dado cuenta que sí lo traen, pero en la bolsa o en la bolsa de su camisa (en el caso de los hombres)”.
Señala que por la contingencia sanitaria la demanda en el servicio de taxi bajó hasta en un 80 por ciento y agradece que cuenta con el apoyo de su esposa para dividirse los gastos del hogar, de lo contrario -dice Fernando- no podría solo con esa responsabilidad.
El entrevistado explica que al ser propietario del vehículo no tiene que entregar cuenta, sin embargo, la desventaja es que aunque lleva 20 años frente al volante sigue pagando la renta de placas.
El dinero apenas alcanza para comer: taxista
Fernando tiene deudas que superan los 20 mil pesos.
Fernando Hernández detuvo su taxi sobre la avenida Boulevard Juárez del centro de Cuernavaca para esperar a los clientes que salen de una tienda departamental, sin embargo, dice que son pocos los que toman el servicio y hasta el mediodía de ayer solo llevaba seis viajes de trayectos cortos por los que cobró entre 35 y 40 pesos.
Refiere que por la pandemia del covid-19 sus ingresos como chofer de taxi disminuyeron en gran porcentaje y con mucho esfuerzo logra llevar a su casa 300 pesos para la alimentación de su familia y otros 250 para el combustible, cuando en meses anteriores obtenía hasta 500 pesos libres.
“Hasta ahorita no hemos visto los apoyos y en mi caso no fui beneficiado porque no soy dueño de las placas, solo del carro. La afectación económica es como del 70 por ciento y por la contingencia me atrasé con algunos pagos que tengo que hacer cada mes, y ahorita ya debo como 20 mil pesos”.
El entrevistado refiere que ha pensado en solicitar un préstamo para hacer frente a la crisis económica, ya que se le ha complicado depositar el dinero por la renta de su casa y el mismo por la renta de placas del taxi, de este último dice se atrasó con dos pagos mensuales.
Sin embargo, piensa que lejos de verlo como ayuda su situación económica podría agravarse, pues estaría más endeudado.
Por la emergencia sanitaria, Fernando solo recibió una despensa pero desde hace dos meses.
Con la apertura de otras actividades, le subieron la cuenta
Al día realiza seis servicios de taxi.
Plutarco Antonio Bárcenas dice que desde que llegó la pandemia del covid-19 la clientela del taxi disminuyó en más del 50 por ciento. Afirma que antes realizaba hasta 20 servicios al día, pero hoy con mucho esfuerzo logra hacer entre cinco y seis viajes.
Además, señala que durante los primeros meses de contingencia su patrón le disminuyó a 125 pesos la cuenta, pero con el cambio de color rojo a naranja en el semáforo epidemiológico tiene que entregar 150 pesos diarios, aunque hay días en los que no sale ni para comer.
Su experiencia como chofer de taxi es de siete años y asegura es la primera vez que sus ingresos económicos disminuyen tanto, por lo que ha tenido que aceptar viajes de 25 pesos para llevar aunque sea poco dinero para la alimentación de su familia.
“Desde que llegó la enfermedad no hemos visto los apoyos… y la afectación al sector transporte es mucha porque no hay pasaje, y además cuando empezó la contingencia la gasolina bajó, pero ahorita ya regresó a su precio normal”.
De su trabajo cuenta que desde las seis de la mañana sale a buscar pasaje y por lo regular se estaciona en los andenes del mercado Adolfo López Mateos (ALM) a esperar a los consumidores, pero hay días en los que pasa más de tres horas sin clientes y en ocasiones durante el día solo realiza seis servicios.
Sobre el uso obligado del cubrebocas para evitar contagios del virus, Plutarco señala que hasta la fecha no ha negado el servicio a los que no lo usan, porque lo que hace falta es el dinero.
Por la pandemia, taxista se endeudó
Trabaja desde las seis de la mañana y sus ingresos son de 200 pesos.
Por la pandemia del covid-19, Adrián se vio obligado a solicitar un préstamo de seis mil pesos porque sus ingresos como chofer de taxi son insuficientes para solventar los gastos médicos de su esposa, que hace unas semanas enfermó de la columna.
Adrián Antúnez trabaja como chofer de taxi desde hace seis años y afirma que actualmente la clientela ha disminuido tanto que algunos días ha quedado a deber la cuenta, pues con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para el combustible.
“El servicio ha bajado demasiado, apenas vamos sacando para comer pero hay que buscarle porque tenemos que entregar la cuenta porque el patrón no la perdona; haya o no trabajo hay que entregarla, y si no al otro día tenemos que completarla”.
De su labor cuenta que al día realiza entre ocho y diez servicios, trabajando de seis de la mañana a cinco de la tarde. Cada viaje lo cobra a entre 35 y 40 pesos. Al día debe reunir unos 700 pesos, para entregar 200 pesos de cuenta, 300 para el combustible y 200 para llevar comida a su familia.
“Nos prometieron que nos iban a apoyar durante la pandemia y es la fecha en que no nos han dado nada. A mí solo me tocó una despensa del ayuntamiento y eso porque fuimos a cerrar calles y así los obligamos a que nos apoyen, pero nada más”.
A pesar de que en los últimos días se ha observado mayor movilidad de personas en las calles de varios municipios, este no se ha visto reflejado en el servicio de taxi, ya que por la crisis económica las familias prefieren usar el transporte colectivo.
El entrevistado dice que por la pandemia hay días en los que espera hasta dos horas para tener clientes, como ayer, cuando hasta el mediodía apenas había realizado cuatro viajes en seis horas.
Aplauden taxistas combate a pirataje
El Tribunal de Justicia Administrativa desechó más de 200 juicios promovidos por taxistas que operan con permisos ilegales.
El presidente de la Coalición de Representantes del Transporte Público de Morelos, Víctor Mata Alarcón, celebró la determinación del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), que desechó más de 200 juicios promovidos por taxistas que operan con permisos ilegales, otorgados en la administración de Graco Ramírez.
Para el líder transportista, con el sobreseimiento de dichos juicios solo se confirman las irregularidades que se cometieron durante la pasada administración, por motivos económicos y electorales.
Mata Alarcón recordó que la expedición de los permisos se propició desde el inicio del gobierno de Graco Ramírez, cuando se impulsó la regularización de taxis "pirata" en el 2014, pero se agravó con la llegada a la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) de Jorge Messeguer Guillen, quien determinó expedir permisos provisionales en lugar de los títulos de concesión a los transportistas que participaron en dicho proceso, documentos que fueron utilizados para promover el voto a favor del excandidato a la gubernatura Rodrigo Gayosso Cepeda, hijastro del exgobernador.
Por ello, señaló, la actual administración que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo determinó iniciar una investigación a dicho proceso que se impulsó desde la Secretaría de Movilidad y Transporte, pues concesionarios denunciaron que cerca de 10 mil taxis, y hasta unidades que prestan servicio colectivo, operan con permisos ilegales.
"La autoridad mantiene una demanda por haber hecho estos malos manejos en la Secretaría de Movilidad, desde Gómez Basilio, Manuel Santiago Quijano, Jorge Messeguer y David Martínez, que eran los secretarios y que provocaron esta situación y sabemos de la demanda de la Contraloría. A Noé Sandoval, quien fuera director de Transporte,s se le atribuye la firma de esos permisos y por eso pisó Atlacholoaya", refirió.
Con la determinación del TJA, agregó, la Secretaría de Movilidad y Transporte tiene los elementos suficientes para promover operativos en contra de las unidades que circulan con permisos que vencieron desde el 2018 y que legalmente nunca fueron válidos.
No obstante, Mata Alarcón dijo que se prevé que estos casos sigan judicializados pues los taxistas tienen oportunidad de solicitar la revisión de la determinación del TJA y promover juicios de amparo.
No me puedo poner exigente porque no hay trabajo: taxista
Labora 12 horas y sus ingresos son de 350 pesos diarios.
Frente al volante se observa una imagen religiosa que acompaña a Arturo durante su larga jornada como chofer de taxi. El entrevistado afirma que en tiempos de pandemia solo queda encomendarse a Dios para enfrentar la crisis económica y la inseguridad.
Arturo Ramírez Castrejón trabaja como chofer de taxi desde hace seis años y con tristeza cuenta que hasta el momento este sector no ha recibido apoyos económicos ni en especie, para paliar la situación económica por la contingencia sanitaria del covid-19.
Sobre su trabajo refiere que el pasaje ha bajado mucho y aunque trabaja 12 horas todos los días sus ingresos diarios son de 350 pesos por lo que agradece que, al ser propietario del vehículo, no tiene que entregar cuenta, pues de lo contrario el escenario para él sería todavía más crítico.
Arturo señala que otra de las ventajas a su favor es que no tiene una familia a la cual mantener, así que trabaja solo para sus gastos personales y su alimentación.
Por la pandemia del covid-19 y para evitar contagios del virus usa el cubrebocas durante su jornada, pero señala que no puede negar el servicio a quienes no usen los equipos de protección, porque en estos tiempos los taxistas “no están para ponerse exigentes”.
“No me puedo poner exigente porque no tenemos trabajo, si se lo ponen o no es algo que no me interesa; me interesa estar protegido, yo, para no contagiarme”.
Agradece que hasta la fecha nadie de su familia ni de sus conocidos se ha contagiado con el virus, sin embargo, él prefiere protegerse porque el virus está en todos lados y afecta a varios países.