Estados Unidos.- El nuevo coronavirus es un germen respiratorio, pero se está poniendo en claro que algunos pacientes enfermos de gravedad sufren daños cardiacos. Y esto podría aumentar de forma sustancial su riesgo de fallecer, reportan médicos de China.
Encontraron que entre 416 pacientes hospitalizados con infecciones graves de COVID-19, casi un 20 por ciento desarrollaron daños en el músculo cardiaco. Más de la mitad de esos pacientes fallecieron.
Los médicos de China ya han advertido que las lesiones cardiacas parecen ser comunes en los pacientes con COVID-19, sobre todo en los que tienen una enfermedad cardiaca existente o hipertensión. Un estudio reciente de menor tamaño encontró que un 12 por ciento de los pacientes hospitalizados presentaban esa complicación.
Estos hallazgos más recientes, de un equipo dirigido por el Dr. Bo Yang del Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan, y publicados el 25 de marzo en la revista JAMA Cardiology, añaden un matiz problemático: los pacientes que desarrollan daño cardiaco podrían enfrentarse a un riesgo de muerte "inesperadamente" alto.
Aún queda mucho por aprender. Por un lado, los hallazgos provienen de un solo hospital en Wuhan, donde comenzó el brote. Los expertos de EE. UU. dijeron que no se sabe si ese sombrío pronóstico será igual en otros hospitales de todo el mundo.
"Ciertamente esperamos que no", señaló el Dr. Thomas Maddox, director del Comité de Ciencia y Calidad del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology, ACC).
El ACC ya publicó directrices clínicas para los cardiólogos. Entre otras cosas, resaltan los riesgos adicionales de los pacientes con enfermedades del corazón, e informan a los cardiólogos que estén listos para ayudar a otros médicos a atender a los pacientes gravemente enfermos.
"Prevemos que los pacientes con enfermedad cardiovascular subyacente tendrán dificultades", lamentó Maddox.
La novedad del coronavirus significa que no está del todo claro cuál es la mejor forma de manejar a esos pacientes hospitalizados. Se están utilizando los medicamentos y dispositivos cardiacos estándar para ofrecer un soporte cardiaco, según Maddox.
"Seguimos aprendiendo", afirmó.
Pero la importancia de la prevención es más obvia que nunca. Maddox dijo que las personas con enfermedad cardiaca existente (por ejemplo, un ataque cardiaco anterior) o antecedentes de accidente cerebrovascular se deben considerar de "alto riesgo" y cuidarse de forma constante.
Para los que vivan en una comunidad con un brote de COVID-19, eso significa quedarse en casa todo lo posible, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Por otra parte, todas las personas con un riesgo alto deben lavarse las manos con frecuencia, desinfectar las superficies que tocan de forma rutinaria, y tomarse el "distanciamiento social" en serio si salen.
Pero una de las cosas que no se saben es si las personas con hipertensión podrían caer en la categoría de alto riesgo.
"Es una pregunta importante en la que muchos están pensando", dijo el Dr. Elliott Antman, expresidente de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y médico sénior del Hospital Brighman and Women's, en Boston.
De los 82 pacientes de este estudio que desarrollaron una lesión cardiaca, un 60 por ciento tenían hipertensión. Alrededor de un 30 por ciento tenían un diagnóstico anterior de enfermedad cardiaca coronaria, mientras que casi un 15 por ciento tenían insuficiencia cardiaca crónica.
Antman comentó que es difícil decir si la hipertensión por sí misma (sin otros problemas cardiacos) fue un factor de riesgo de la lesión cardiaca. Además, dijo, no hay información respecto a si la hipertensión de los pacientes estaba bajo control mediante medicamentos o no.
De los pacientes que sufrieron daños cardiacos, poco más de un 51 por ciento fallecieron en el hospital, según el estudio. Esto es en comparación con un 4.5 por ciento de los que no sufrieron una lesión cardiaca.
Pero no se sabe con certeza que la complicación cardiaca fuera en realidad lo que causara esos fallecimientos, apuntó Antman. "Todo esto podría ser reflejo de una infección muy mala", explicó.
¿Por qué el coronavirus provoca estragos en los corazones de algunos pacientes?
Una vez más, nadie está seguro, dijo Maddox. Pero explicó las principales teorías.
Una sospechosa es la reacción del sistema inmunitario al coronavirus. Si se sale de control, en lo que se conoce como una "tormenta de citoquinas", puede dañar a los órganos del cuerpo. Una segunda posibilidad es que, en las personas que ya tienen una enfermedad cardiaca, el estrés general de la infección dañe al músculo cardiaco.
Por último, es posible que el nuevo coronavirus invada al corazón directamente, dijo Maddox. Los investigadores señalan que el virus se vincula de una forma muy efectiva a receptores de las células de nuestro cuerpo llamadas ECA2. Esos receptores se encuentran no solo en los pulmones, sino también en otros lugares del cuerpo, como el corazón y el tracto digestivo, explicó.
Ha habido cierta especulación de que unos antihipertensivos comunes (los inhibidores de la ECA y los bloqueadores del receptor de la angiotensina) podrían hacer que las personas sean más vulnerables a enfermar de COVID-19. Pero esto se basa solo en investigaciones con animales que sugieren que los fármacos pueden fomentar la actividad de los receptores ECA2.
Maddox y Antman enfatizaron que nadie debe dejar de tomar sus medicamentos recetados, dado que una hipertensión o una enfermedad cardiaca mal controladas serían peligrosas, sobre todo ahora.
Fuente: Debate