“Padre me gustaría saber si existes, muchas noches he soñado contigo, pero no tienes rostro.
-¿Por qué me quitaste el derecho de conocerte?, de saber a qué árbol pertenezco”.
-Hijo cuando tu madre me anunció tu llegada, me llené de pánico, mi reacción fue huir. No sabes cómo he lamentado toda la vida mi cobardía. Quiero buscarte, el miedo de tu reacción me lo impide.
“Cuando mis amigos platican de sus padres con tanto entusiasmo, e imagino todas las cosas que hacen juntos, mi pequeño corazón se llena de tristeza y no alcanza a comprender por qué no estás conmigo”.
-Mamá, tú y mi papá están divorciados, ¿por qué me involucras?, no envenenes mi alma contra él, yo necesito a mi padre.
-Papá me hace mucha falta, ¿por qué permites que mi madre impida vernos?
-Mi pequeño, no te inquietes, todo se va arreglar muy pronto, y tendremos mucho tiempo para estar juntos. Obedece a mamá, no te enojes con ella, no descuides tus estudios y recuerda que los dos te amamos.
“Mi papi siempre está trabajando. Él es Teniente Coronel vive en los cuarteles, siempre está de comisión o en operaciones especiales, ocasionalmente viene a casa para darle el gasto a mamá y pasar unas horas con nosotros. El traje verde que portaba con su botas siempre brillantes y su quepí, impone e inspira fuerza”.
-Hijo fui educado para servir a la Patria, con el tiempo me convertí en hombre recio, estricto que impone reglas porque estoy acostumbrado a cumplirlas. Sin embargo, eso no impide amarte y hago lo mejor que puedo como papá.
-Papá, de niño aprendí a vivir sin tu presencia, te extrañé mucho, no fui un niño normal, las circunstancias en nuestra familia eran diferentes; por tu trabajo nunca estuviste presente en ningún festival de la escuela o en nuestros cumpleaños. Yo siempre le pedí a Dios que te cuidara y aprendí admirarte, quererte y respetarte.
“Mi papi es cardiólogo, pasa muchas horas fuera de la casa, mi mami dice que su trabajo ayuda a salvar vidas, muchas veces, cuando estamos celebrado algo, repentinamente desaparece porque un enfermo lo requiere”. ¡Quiero a mi papito!
-Hijita de mi vida, te quiero con toda mi alma, por eso necesito trabajar mucho, para brindarles una buena educación, una vida sin sobresaltos. Mi trabajo como cardiólogo demanda mucho de tiempo, espero que un día lo comprendas.
-Papi, el tiempo que estás con nosotras lo disfrutamos mucho, mi mami dice que nos regalas calidad y no cantidad. Estamos muy orgullosas de ti, yo siempre te presumo con mis amiguitas y cuando sea grande quiero ser como tú. Te amo papá.
Papito me haces mucha falta, te extraño tanto, necesito tus consejos, te apareces en mis sueños y estoy seguro que tú me cobijas y me besas en la frente. Hoy es el día del Padre y me llena de tristeza que no estés con notros. Papá tu siempre estarás vivo en mi corazón y para festejarte quiero que sientas orgulloso de mí, todos mis logró los dedicaré a ti.
-Yo no quería morirme, me arrebataron la vida. Mi amado hijo: desde cielo los cuido y los protejo, deseaba tanto verte crecer. Si hoy tuviera otra oportunidad de vida, haría muchas cosas diferentes, pasaría más horas con ustedes, romperíamos reglas.
¡Un millón de besos, hasta el cielo!